LOS
TEÓLOGOS (1947)
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
I
Eran
tiempos medievales cuando las palabras debía ser sopesadas y llevadas al texto
con filigrana. Cualquier desliz podía ser considerado una herejía. San Agustín afirmaba que “el pasado ya no es y el futuro no es aún. El
presente si no pasa al pasado será siempre presente, y eso es la eternidad”. En
otros términos: la historia no se repite contrariamente a lo que sostenían los
herejes que hablaban de su retorno.
II
Las
ideas de los herejes acerca de la circularidad de la historia (ya refutadas por
San Agustín), los instantes irrepetibles y la tierra como espejo del cielo son
investigadas por los teólogos Aureliano de Aquilea y Juan de Panonia para
rebatirlas y castigar con fuego a los revisionistas. Pero los teólogos se adversan uno al otro,
son enemigos que al final serán uno solo porque el primero de manera no
intencional hace que el segundo sea llevado a la hoguera, para luego también
recibir el mismo castigo, pero esta vez proveniente de un rayo. Hubo una
premonición: cuando Juan era devorado por las llamas, Aureliano vio sus propias
facciones en el aterrorizado rostro del condenado. El relato se presta para hacer muchas
reflexiones de carácter filosófico.
FRASES
1
En
materia teológica no hay novedad sin riesgo.
2
Las
herejías que debemos temer son las que pueden confundirse con la ortodoxia.
3
Hay quien busca el amor de una mujer para
olvidarse de ella, para no pensar más en ella.
4
Como
todo poseedor de una biblioteca, Aureliano se sabía culpable de no conocerla
hasta el fin.
5
En
el dilatado universo no hay dos caras iguales.
6
El
tiempo no rehace lo que perdemos; la eternidad lo guarda para la gloria y
también para el fuego.
7
Nuestros
actos proyectan en reflejo invertido, de suerte que, si velamos, el otro
duerme; si fornicamos, el otro es casto; si robamos, el otro es generoso.
Muertos, nos uniremos a él y seremos él.
8
No
ser un malvado es una soberbia satánica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario