domingo, 28 de julio de 2019

RELATO DE UN NÁUFRAGO


RELATO DE UN NÁUFRAGO
Edgardo Malaspina
1
 Relato de un náufrago lo publicó Gabriel García Márquez en 1970.El marinero colombiano  Luis Alejandro Velasco,  después de naufragar  en una pequeña balsa a deriva, lucha por su vida  sin comer  ni beber durante diez días.
Un verdadero ejemplo de singular heroísmo, una oda a la fe, un canto a la esperanza  ilimitada que debemos tener  siempre  ante las circunstancias más adversas.
2
Un amigo me dice: Cuando tengo un problema pienso que es nada en comparación  con lo debió sufrir Velasco. He aquí el uso práctico de una lectura.
3
Relato de un náufrago es una crónica periodística transformada en pieza literaria.
4
 GGM dice del náufrago: Tenía un instinto excepcional del arte de narrar, una capacidad de síntesis y una memoria asombrosa. Nos pareció justo, que acordamos  escribirlo en primera persona y firmado por él. Por fortuna hay libros  que no son de quien los escribe sino de quien los sufre, y este es uno de ellos.

jueves, 25 de julio de 2019

TRAICIONES DE LA MEMORIA






TRAICIONES DE LA MEMORIA
(“Siempre he pensado que la pasión literaria, el gusto por imaginar historias, por sumergirnos en ellas y encarnar en personajes  que somos nosotros, tiene un parentesco estrecho con la esquizofrenia, con la demencia…”)



Edgardo Malaspina
1
 Así se llama el libro del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, donde habla de su vida  pero en forma de cuentos combinados con el ensayo. La mayoría de las  obras literarias contemporáneas  ya no se pueden encasillar  con una etiqueta  específica; porque  en el marco de la posmodernidad tienen un toque de cada uno de los géneros conocidos.
2
 De los tres relatos: Un poema de bolsillo, Un camino equivocado y Ex futuros, me impactó más el primero. El autor trata de averiguar si unos versos encontrados en un bolsillo de su padre asesinado pertenecen a Jorge Luis Borges. El poema dice:
Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adam y que es ahora
todos los hombres, y que nos veremos.
Ya somos  en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte, y las endechas.
No  soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre
Que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo
esta meditación es un consuelo.
3
En la búsqueda del verdadero autor del texto lírico, Abad hace profundas reflexiones sobre la vida a través de  la memoria: “…Qué queda de la vida cuando uno no la recuerda ni la escribe? Nada. Hay muchos pedazos de nuestra vida que ya no son nada, por un simple hecho: ya no los recordamos. Todo lo que no se recuerda ha desaparecido para siempre”. Y prosigue: “La vida a veces tiene la misma consistencia de los sueños que, al despertarnos, se desvanecen. Por eso uno debería tener con ciertos episodios de la vida-tal como hacemos con algunos sueños-la precaución  de anotarlos  porque si no, se olvidan y se disuelven en el aire”.
4
Podemos confundir, con el paso de los años, la realidad con la fantasía. Eso es la confabulación de la memoria: la aparición de recuerdos de experiencias que en realidad nunca han tenido lugar. Sobre un mismo hecho los testigos pueden dar diferentes versiones. Todo depende de la valoración que haga cada uno del mismo. “Las vivencias se olvidan, las cosas se pierden”.
5
Un mismo relato tiene sus variaciones. La memoria solamente es confiable cundo es imperfecta y “ que una aproximación a la precaria verdad humana se construye solamente con la suma de los recuerdos imprecisos, unidos a la resta de los distintos olvidos”.
 Recordamos las cosas no tal como ocurrieron, sino tal como las relatamos en nuestro último recuerdo, en nuestra última manera de contarlas. El relato sustituye a la memoria precisa, afirma Héctor Abad y continúa: “Así son los recuerdos, traicioneros, huérfanos de su prueba testimonial de piedra o mármol”. La memoria superpone en el mismo espacio recuerdos de tiempos distintos: “No es una falsedad , es un detalle de un tiempo trasladado a otro momento”.
6
 Abad indaga sobre el origen de poema en periódicos, revistas y libros viejos. Viaja a diferentes lugares. Hace entrevistas y compara las diferentes versiones para concluir que los versos pertenecen a Borges. En el libro hay abundante material fotográfico con apuntes de puño y letra del autor que permiten ir junto con él  tras la huella de sus investigaciones.


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 En Ex Futuros se analiza el papel de la literatura, la cual  compara con la locura: “Siempre he pensado que la pasión literaria, el gusto por imaginar historias, por sumergirnos en ellas y encarnar en personajes  que somos nosotros, tiene un parentesco estrecho con la esquizofrenia, con la demencia…”
8
“Escribir ficciones tiene algo de locura controlada”. El escritor se refleja en sus personajes imaginarios. La bondad de Don Quijote era una de los atributos de Miguel de Cervantes. Faubert dijo que él era Madame Bovary. El novelista se desdobla. Borges afirmó: “Yo, que tantos hombres he sido, no he sido nunca aquel en cuyo abrazo desfallecía Matilde Urbach”.
9
 La literatura, como el juego del ajedrez sirve para analizar las variantes  de la vida. Podemos regresarnos, como en una partida del juego ciencia, y analizar por qué ganamos o perdimos. Un libro puede ayudarnos a ubicarnos mejor en el contexto de nuestros problemas. Lo que fuimos y lo que no fuimos sólo será, con el paso del tiempo, fantasmas. Y los fantasmas están en la literatura.



miércoles, 24 de julio de 2019

EL GENERAL EN SU LABERINTO: ASPECTOS CURIOSOS


EL GENERAL EN SU LABERINTO: ASPECTOS CURIOSOS





Edgardo Malaspina
1
El general en su laberinto  (1989) de Gabriel García Márquez es una novela histórica sobre los últimos días del Libertador , que algunos ubican en el género de la historia fabulada o la ucronía (novela histórica alternativa), por lo tanto son bizantinas las discusiones que surgieron en torno a la veracidad de ciertos hechos narrados en la misma. Simplemente es un ejercicio literario para recrear el laberinto que significó para Bolívar enfrentar a sus enemigos políticos cuando ya sus fuerzas físicas e intelectuales estaban mermadas por la enfermedad  que finalmente lo llevó a la tumba.
2
Para escribirla GGM realizo una exhaustiva investigación histórica. Hizo una extensa revisión bibliográfica y consultó a muchos especialistas en diferentes disciplinas durante dos años: además, sometió su manuscrito a un escrupuloso examen por parte de expertos  para detectar posibles gazapos de cualquier índole.
3
Gabo dijo que esta novela es un autorretrato  porque su filosofía es la misma de Bolívar: ninguno de los dos “le presta mucha atención a la muerte, porque le distraería a uno de lo más importante: lo que uno hace con su vida”.
4
Vinicio Romero le dijo a Gabo en Caracas que el Libertador tenía la voz gruesa;  también le sugirió borrar los párrafos donde coloca al niño Bolívar comiendo mango “por la buena razón de que aún faltaban varios años para que el mango llegara a las Américas”. No obstante,  los portugueses ya habían traído el mango Brasil en 1648; y en Venezuela fue introducido en 1789 (las primeras semillas fueron sembradas en Angostura). Bolívar tenía seis años en ese entonces, y tal vez en Caracas todavía no crecía la planta.
5
Cuando Bolívar vio el retrato que le hizo el pintor granadino José María Espinosa, dijo que se parecía al viejo Olaya, quien tenía ochenta años. En este retrato Bolívar tiene una facies hipocrática:El más desfigurado es el peor. Las facciones del rostro han llegado al último grado de alteración cuando la nariz se pone afilada, los ojos se hunden, las sienes se sumen, las orejas están frías y con los lóbulos hacia arriba, la piel de la frente está dura, tirante, seca, el color de toda la cara es pálido verde, lívido o aplomado.”
6
GGM dice que Bolívar tenía sangre africana, a través de un tatarabuelo paterno, y que por lo tanto sus facciones no son las que le pintan, hasta el punto de que los aristócratas de Lima lo llamaban El Zambo, pero que cuando su gloria aumentó los artistas le lavaron la sangre “mitificándole, hasta que lo implantaron en la memoria oficial con el perfil romano de sus estatuas” (¿Historia real o fabulada?)
7
No obstante, el peruano José Gil de Castro (1785-1837) hizo una pintura del Libertador, quien se la obsequió al  general Sir Robert Wilson con una nota: “Me tomo la libertad de dirigir a Ud. un retrato mío hecho en Lima con la más grande exactitud y semejanza”.

IMÁGENES
1.     El General en su laberinto.
2.     Bolívar por el granadino José María Espinosa.
3.     Bolívar por el peruano José Gil de Castro.



jueves, 11 de julio de 2019

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO

DESCARGAR ANÁLISIS DE EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO:https://drive.google.com/file/d/1HsvcQe0qBGSS2q150dwnWWwEM6mMrUHO/view?usp=sharing

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO: ¿UN LIBRO MALDITO?


 


EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO: ¿ UN LIBRO MALDITO?







Edgardo Malaspina


1
Cuando leí El guardián entre el centeno (1951)  de J. D. Salinger (1919-2010) no estaba en mi lista de lecturas prioritarias; sin embargo, la fama de libro maldito acució mi interés, hasta el punto de reestructurar mis planes .Eso de haber inspirado sonados crímenes es materia de curiosidad, por lo menos.
2
Chapman, el asesino de John Lennon, se creyó el héroe de la novela de Salinger y esperó a la policía hojeando el libro. John Hinckley Jr, que intentó asesinar a Ronald Reagan tenía la novela entre sus preferidas. Charles Manson y otros connotados asesinos también encontraron señales para sus desmanes  en El guardián entre el centeno.
3
 Holden Caulfield, joven de 16 años,  es expulsado del liceo por su bajo rendimiento. Decide no regresa a casa y vagar por las calles de Nueva York, mientras planifica emprender un largo viaje de aventuras. Empieza a narrar sus cuitas en un lenguaje propio  de los adolescentes y considerando a todos los adultos como perfectos estúpidos, farsantes  e hipócritas. Visita bares, prostíbulos, hoteles baratos; se pone otro nombre, se quita la edad, critica todo a su alrededor, todo le repugna (me da nauseas)   y hace preguntas ridículas para ver la reacción de la gente: ¿Dónde se meten los patos en invierno?
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En su narración habla de su depresión, se califica de “un poco ateo”, rebelde y  cobarde. Asesina pero sólo en sus pensamientos. Manifiesta ideas suicidas. Bebe alcohol, fuma y es frugal en las comidas. Sus expresiones son hiperbólicas: un largo rato son cincuenta años. Unos cuantos metros son miles de kilómetros
5
Muchas palabras las usa reiteradamente: maldito (237 veces dice un experto), bastardo (58 veces),  mierda, mentiras, imbéciles, insoportables, lástima, burlas, necios, soledad, depresión, odio, sexo, marica, etc.
6
Pero ¿Por qué este libro ha servido de numen a  muchos delincuentes?
Porque son unos psicópatas que no entendieron que el libro describe la psicología de la adolescencia, la “etapa fascistoide” de todos los humanos, como dijo alguien por allí, y que con el tiempo  será superada. Cierto, las  palabras vulgares  pueden incitar al mal, según lo establece la neurolingüística, pero nuevamente debemos ubicarnos en el contexto de la obra, única en su género: así pensamos cuando somos jóvenes y creemos que sólo nosotros tenemos la  razón. “Ya no soy tan joven como para saberlo todo”, dijo una vez Mark Twain.
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Holden Caulfield me cae muy bien. No le gusta lo que enseñan en la escuela, pero lee libros, ama la poesía, visita museos, demuestra buenos sentimientos hacia los pobres, aunque tiene el conflicto de todos los jóvenes: no sabe lo que quiere de la vida.
Cuando Holden recuerda el poema de Robert Burns que habla de  “dos personas que se encuentran a través del centeno”, y afirma que él desea salvar niños -que saltan al centeno- para que no caigan a un precipicio (Yo quiero ser el guardián entre el centeno), definitivamente, es una persona bondadosa y muy compasiva.
Pero esa parte no le interesó a los psicópatas arriba mencionados.
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He gozado un mundo leyendo este libro, he reído mucho: así oigo hablar a los jóvenes, con lo giros idiomáticos respectivos  de los nuevos tiempos, y  así pensaba yo en gran medida.
9
Cuando era un zagaletón criticaba para mis adentros a un anciano que concienzuda y parsimoniosamente colocaba sus tabletas en un organizador o pastillero. ¿No tiene más nada qué hacer? Me preguntaba. Ahora, con mi montón de años y mis miles de enfermedades (¡vaya, se me pegó la jerga de Holden!), hago lo mismo que aquel viejito. Y seguramente hay un Caulfield  que se burla de mí. Nadie está loco, nadie es malo: ni el observado ni el observador. Cuestiones de la dialéctica.
También consideraba dementes a una señora que hablaba con sus animales y aun señor que conversaba solo. Ahora hablo con mis perros, con mi gata y con un loro que suelta una carcajada cada vez que le dirijo la palabra, y también hablo solo.
Recuerdo todas estas cosas y constato mi conducta actual y sonrío.
¿Por qué?
Porque yo, en cierto modo o en algún grado, era Holden Caulfield…y lo sigo siendo. Sólo que entiendo la novela correctamente.
Reírse de etapas superadas, saber que en resumidas cuentas llegaste a ser hombre de bien, y burlarse de uno mismo es encontrar aquello que andaba buscando Juan Ponce de león.



jueves, 4 de julio de 2019

DEMIAN DE HERMANN HESS: ¿SÍMBOLO FILOSÓFICO-LITERARIO DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO?




DEMIAN  DE HERMANN HESS: ¿SÍMBOLO FILOSÓFICO-LITERARIO DE LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO?

Edgardo Malaspina
1
Demian (1919) , libro de Hermann Hess, ha influido sobre las mentes de muchas generaciones, sobre todos las de los más jóvenes, precisamente porque trata de una de las etapas más difíciles de nuestras vidas : la entrada a la adolescencia con todo lo doloroso que significa abandonar la niñez.
El libro hay que leerlo en ese periodo de nuestra existencia, así es como penetra mejor hasta nuestros cerebros.
2
Lo he releído en estos días, y como siempre uno descubre nuevas cosas e investiga para entender mejor.
3
Veamos un párrafo:
…hasta que casi nos tocamos.
-¡Sinclair! -dijo con un hilo de voz. Le hice un gesto con los ojos, para darle a entender que le oía.
Sonrió otra vez, casi con compasión.
-¡Sinclair, pequeño! -dijo sonriendo.
Su boca estaba ahora muy cerca de la mía. Continuó hablando muy bajo.
4
Sinclair se enamora de Beatrice. Es un amor platónico. Luego le hace un retrato que más tarde resulta muy parecido a Demian.
5
“ Durante las vacaciones fui un día a la casa en que había vivido hacía años Max Demian con su madre. Por el jardín paseaba una anciana; me dirigí a ella y averigüé que la casa le pertenecía. Pregunté por la familia Demian y, aunque la recordaba muy bien, no sabía dónde vivía ahora. Al ver mi interés, me invitó a entrar; sacó un álbum encuadernado en cuero y me enseñó una fotografía de la madre de Demian. Yo apenas la recordaba. Al ver la pequeña fotografía, mi corazón casi dejó de latir. ¡Era la imagen de mi sueño! Era ella, la gran silueta de mujer, un poco masculina, parecida a su hijo…”
6
Y en el último capítulo Demian dice a Sinclair:
¡Otra cosa! Frau Eva me dijo que si alguna vez te iba mal, te diera el beso que ella me dio para ti... ¡Cierra los ojos, Sinclair! Cerré obediente los ojos y sentí un beso leve sobre mis labios…
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Encontré una entrevista que le hacen a julio Cortázar, donde destroza este libro de Hess. Veamos:
-        Demian es repugnante, una verdadera estafa, aunque Hess tiene talento narrativo.
-        Es un relato estúpido, inverosímil que influye sobre las mentes jóvenes en su penosa etapa. Eso me irrita.
-        La visión metafísica  es frágil en la búsqueda de la felicidad. Es para espíritus desarmados frente a la vida y que carecen de experiencia.
-        Demian como guía espiritual de Sinclair es un guía estúpido, un superman de las novelas alemanas. Es un monstruo, un fetiche.
-        Eva entra y sale sin son ni ton. Es un monstruo inenarrable, igual que Beatrice. Ellas son y no son.
-        Abraxas es parte de una magia difusa que impresiona a las mentes ingenuas.
-        Hay sensiblería que molesta con sus llantos y borracheras simbólicas.
-         Pistorius es un fantoche que engancha a lectores jóvenes con sus carencias y falencias.
-        No soy amable con este libro: es ridículo total eso del combate de Demian con un japonés.
-        Es una novela escapista. Un sueño. Quien lo lee se aísla, se enclaustra en su individualismo, en su pequeño nirvana, en su paraíso a domicilio, la pequeña heladera con sus cubitos de hielo.
-        Demian es un perfecto maniquí que lo leen los jóvenes para  evadir el compromiso político. Es un juego de biombos, un escapismo literario de alta calidad.
8
Cortázar remata que en la novela hay unos antifaces y velos que esconden la inclinación sexual del autor que no tuvo la valentía y el coraje que si  tuvo Thomas Mann en “Muerte en Venecia”.
Finalmente dice: Demian es una novela perceptiblemente  homosexual…