jueves, 29 de abril de 2021

BHAGAVAD GITA

 


BHAGAVAD GITA: EL CANTO DEL DIVINO

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

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El Baghavad Gita es uno de los libros sagrados que resumen las doctrinas hinduistas. Es un canto, escrito en sánscrito,  a Bhagaván , el dios de todas las opulencias. Data del siglo III a. C. Es un poema con 700 versos en 18 capítulos.

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Krishna (dios Vishnú ) conversa con su primo Arjuna en el campo de batalla en los instantes previos al inicio de la guerra de Kurukshetra.

3

El Gitá forma parte de otro libro sagrado : El Mahabhárata. Es anónimo, aunque se le atribuye al sabio Viasa.

4

El fondo de todo es una batalla fratricida que obliga a reflexionar sobre el sentido de la vida, y hablar, necesariamente, sobre dios, el alma, la materia, el deber y el tiempo. El yoga sirve para entender la naturaleza del universo. El camino para entender el universo pasa por el conocimiento y la meditación. El ego es un yo falso. Hay que superar el mundo efímero. Superarlo es entrar a la inmortalidad.

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Valentía, pureza de corazón, constancia en la meditación y en la compañía de los santos, generosidad, autodominio, veneración, austeridad y rectitud.

Mansedumbre, sinceridad, renuncia, ecuanimidad, serenidad, simpatía por todos los seres sin reparar en sus faltas, desapego, amabilidad, humildad y firmeza.

Energía, fortaleza, magnanimidad, pureza, modestia y buena voluntad: éstas son las cualidades de aquél que ya ha nacido al camino espiritual y por él ya anda.

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Cuando se realiza una acción como servicio desinteresado y acto de adoración, en paz mental y sin apegos, libre ya de la esclavitud a su ego, capacitado de constancia y determinación, que no se inmuta ante la derrota ni la victoria, conservando siempre su paz interior: pura es la naturaleza de este hombre.

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Corta la duda ignorante en tu corazón con la espada del auto conocimiento. Observa tu disciplina. Levántate.

8

Un regalo es puro cuando se entrega desde el corazón a la persona correcta en el momento correcto y en el lugar correcto, y cuando no esperamos nada a cambio.

9

 

Un Karma-yogui(es una actividad desinteresada, libre de lujuria, codicia, ira y egoísmo) realiza acción por cuerpo, mente, intelecto y sentidos, sin apego (o ego), solo para la autopurificación.

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Es mejor vivir su propio destino imperfectamente que vivir una imitación de la vida de otra persona con perfección.

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La paz de Dios está con aquellos cuya mente y alma están en armonía, que están libres del deseo y la ira.

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Cuando se domina la meditación, la mente es inquebrantable como la llama de una lámpara en un lugar sin viento.

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Libre de deseos, mente y sentidos bajo control, renunciando a toda propiedad, haciendo meras acciones corporales, uno no incurre en pecado.

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Siempre realice su deber de manera eficiente y sin apego a los resultados, porque al hacer el trabajo sin apego uno alcanza el Supremo.

15

Debes cumplir con tu deber con el fin de guiar a las personas y para el bienestar universal.

16

El que tiene fe, y es sincero, y tiene dominio sobre los sentidos, obtiene este conocimiento. Habiendo obtenido esto, uno logra de inmediato la paz suprema.

17

Sacrificio,  austeridad y caridad.

18

El que, antes de abandonar su cuerpo, aprende a superar los impulsos del deseo y la ira es un santo y es feliz.

 

domingo, 25 de abril de 2021

EL LIBRO DE LOS MUERTOS

 


EL LIBRO DE LOS MUERTOS: EL PUNTO PRIMIGENIO DE LA FILOSOFÍA Y CÓDIGO DE ÉTICA Y MORAL.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

Filosofar es ejercitarse para morir (Sócrates)

1

El traductor del Libro de los muertos (su escritura se inició en el año 3000 a de C), A. Laurent, afirma que “de todos los pueblos de la antigüedad, ninguno ha manifestado por el misterio de la muerte un interés tan apasionado y exclusivo como el egipcio”. Y la muerte es a todas luces, la pregunta fundamental que da origen a las indagaciones filosóficas. Schopenhauer expresa al respecto: “La muerte es el genio inspirador de la filosofía…si no existiera, probablemente, no habría filósofos”. No es casualidad que el primer filósofo de la historia sea el egipcio Ptahhotep, (siglo XXIV a. C.).

2

El libro de los muertos (Salida del Alma hacia la Luz del Día) es un conjunto de oraciones (conjuros, sortilegios) que el difunto debía llevar consigo para comunicarse con los dioses y alcanzar la Eternidad en el Más Allá´ o Mundo Inferior.

3

Los egipcios eran existencialista porque consideraban que todo el universo era un gigantesco sarcófago. La muerte es el eje sobre el cual debe girar toda la actividad humana. Esta vida es una preparación para la muerte, con la cual se inicia otra vida: la verdadera.

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La confesión negativa del Hechizo CXXV es un código de moral y ética, al cual el difunto dice que ha cumplido negando faltas en cada uno de los 42 casos presentados: no he cometido pecado, no he cometido un robo con violencia, no he robado, no he matado a hombres ni a mujeres. no he robado grano, no he robado ofrendas, etc.

 

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Cada dios invocado representa una noción profundamente filosófica, según el citado Laurent: “la diosa Maat, además de presidir la justicia, es también la noción del orden divino, de Orden en el Caos; la diosa Hathor, Madre del Mundo, representada con una Vaca sagrada, es en sí la naturaleza elemental; en tanto que el dios Kheprapreside el devenir universal…”

6

El Libro de los muertos contiene oraciones, y las oraciones son poesías. La poesía es una oración y la oración es una poesía. Se confunden. Vicente Gerbasi dijo: “La poesía es una forma mágica. Para mí es una oración. Uno contempla la naturaleza y contempla su propia alma, y así la expresa a la par de contemplar la naturaleza que es una obra de Dios. Y al tratar de expresarla uno lo que está haciendo con la poesía es una oración…La poesía, al fin y al cabo, lo que es, es una bella oración. Y seguir a Dios de cualquier manera es una oración”. Esa tesis la explica Jacqueline Goldberg : “Una oración es un canto silencioso. Una íntima personal conversación con Dios en la que a veces se pide, se implora o se reclama. Un poema es siempre una oración, y viceversa. También una ofrenda, un regalo de esperanza que propicia una atmósfera, un espacio de feliz contacto con la divinidad”.

 

viernes, 16 de abril de 2021

FAHRENHEIT 451

 


FAHRENHEIT 451:  UNA NOVELA SOBRE PIROMANIÁTICOS Y BIBLIOCLASTAS

(“Los que no construyen deben destruir”)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Fahrenheit 451 (1953) del escritor estadounidense Ray Bradbury (1920-2012) es una novela distópica, cuya trama principal es la prohibición y quema de libros por parte de bomberos que no extinguen el fuego, sino que lo provocan. El Estado totalitario pretende controlar el conocimiento para controlar a sus habitantes, por eso quema libros, persigue a los lectores, manipula la educación y vigila la información a través de la propaganda.

“Es un buen trabajo. El lunes quema a Millay, el miércoles a Whitman, el viernes a Faulkner, conviértelos en ceniza y, luego, quema las cenizas. Este es nuestro lema oficial”.

2

El héroe, Montag, al principio forma parte de las brigadas pirómanas, pero luego entiende el papel importante de los libros, y decide luchar, junto con un grupo de personas, para que sobrevivan a través de las generaciones. Para conservar el conocimiento cada miembro del grupo se aprende un libro de memoria antes de ser quemado.

 Mejor es guardarlo todo en la cabeza, donde nadie pueda verlo ni sospechar su existencia. Todos somos fragmentos de Historia, de Literatura y de Ley Internacional, Byron, Tom Paine, Maquiavelo o Cristo, todo está aquí. Y ya va siendo tarde. Y la guerra ha empezado. Y estamos aquí, y la ciudad está allí, envuelta en su abrigo de un millar de colores. ¿En qué piensa, Montag?

 

- Yo soy La República de Platón. ¿Desea leer Marco Aurelio? Mr. Simmons es Marco.

—¿Cómo está usted? —dijo Mr. Simmons.

—Hola —contestó Montag.

—Quiero presentarle a Jonathan Swift, el autor de ese malicioso libro político, Los viajes de Gulliver. Este otro sujeto es Charles Darwin, y aquél es Schopenhauer, y aquél, Einstein, y el que está junto a mí es Mr. Albert Schweitzer, un filósofo muy agradable, desde luego. Aquí estamos todos, Montag, Aristófanes, Mahatma Gandhi, Gautama Buda, Confucio, Thomas Love Peacock, Thomas Jefferson y Mr. Lincoln. Y también somos Mateo, Marco, Lucas y Juan.

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 ¿Hombres que reciten a Milton? ¿Qué digan: recuerdo a Sófocles? ¿Recordando a los supervivientes que el hombre tiene también ciertos aspectos buenos? Lo único que harán será reunir sus piedras para arrojárselas los unos a los otros. Váyase a casa, Montag. Váyase a la cama.

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Fernando Báez en su importante obra “Historia Universal de la destrucción de libros” dice que un biblioclasta es aquel que destruye libros .Grandes prensadores fueron biblioclastas. René Descartes sugirió a sus lectores quemar los libros anteriores a su nuevo método. Igual petición hizo el filósofo David Hume. Borges escribió que la renovación del presente consistía en quemar el pasado por eso de tiempo en tiempo era necesario destruir la biblioteca de Alejandría .Platón e Hipócrates, el padre de la Medicina, también quemaron libros.

 

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Hitler prohibió a los judíos adquirir libros y diarios. ¿No afecta eso nuestra capacidad de pensamiento, a nuestros sueños, a la libertad interior, ese último fortín de lo digno y de lo humano? (Rosa Montero en “La loca de la casa”)

6

Hay un tiempo para todo. Sí. Una época para derrumbarse, una época para construir. Sí. Una hora para guardar silencio y otra para hablar. Sí, todo. Pero, algo más. ¿Qué más? Algo, algo... Y, a cada lado del río, había un árbol de la vida con doce clases distintas de frutas, y cada mes entregaban su cosecha; y las hojas de los árboles servían para curar a las naciones. “Sí —pensó Montag—, eso es lo que guardaré para mediodía. Para mediodía... Cuando alcancemos la ciudad”.

 

 

 

 

 

martes, 13 de abril de 2021

DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y LA HISTORIA

 


 

DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y LA HISTORIA

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

1

En muchos pasajes de Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes nos da sus opiniones de la Historia por boca de sus héroes. Sancho sueña con pasar a la Historia, a pesar de su humilde oficio.  Don Quijote opina que los historiadores deberían callar sobre ciertos hechos porque las acciones que ni mudan ni alteran la verdad de la Historia no hay para qué escribirlas; además, el biógrafo sabe cosas sorprendentes que el biografiado ignora.  El cura Pedro Pérez le recomienda a don Quijote leer libros verdaderos de Historia y no los falsos de caballerías; y el bachiller Sansón Carrasco explica las diferencias entre un historiador y un poeta.

Don Quijote dice:

“Los historiadores deben ser puntuales, verdaderos y no nada apasionados, y que ni el interés ni el miedo, el rencor ni la afición, no les hagan torcer del camino de la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir”.

2

(Sancho también sueña con pasar a la Historia con su modesto trabajo de escudero)

-Digo, pues, señor -respondió Sancho-, que, de algunos días a esta parte, he considerado cuán poco se gana y granjea de andar buscando estas aventuras que vuestra merced busca por estos desiertos y encrucijadas de caminos, donde, ya que se venzan y acaben las más peligrosas, no hay quien las vea ni sepa; y así, se han de quedar en perpetuo silencio, y en perjuicio de la intención de vuestra merced y de lo que ellas merecen. Y así, me parece que sería mejor, salvo el mejor parecer de vuestra merced, que nos fuésemos a servir a algún emperador, o a otro príncipe grande que tenga alguna guerra, en cuyo servicio vuestra merced muestre el valor de su persona, sus grandes fuerzas y mayor entendimiento; que, visto esto del señor a quien sirviéremos, por fuerza nos ha de remunerar, a cada cual, según sus méritos, y allí no faltará quien ponga en escrito las hazañas de vuestra merced. para perpetua memoria. De las mías no digo nada, pues no han de salir de los límites escuderiles; aunque sé decir que, si se usa en la caballería escribir hazañas de escuderos, que no pienso que se han de quedar las mías entre renglones.

3

Don Quijote cree que el historiador o biógrafo averigua verdades que el biografiado ignora:

“… Y podría ser que el sabio que escribiese mi historia deslindase de tal manera mi parentela y descendencia, que me hallase quinto o sexto nieto de rey. Porque te hago saber, Sancho, que hay dos maneras de linajes en el mundo: unos que traen y derriban su descendencia de príncipes y monarcas, a quien poco a poco el tiempo ha deshecho, y han acabado en punta, como pirámide puesta al revés; otros tuvieron principio de gente baja, y van subiendo de grado en grado, hasta llegar a ser grandes señores. De manera que está la diferencia en que unos fueron, que ya no son, y otros son, que ya no fueron; y podría ser yo déstos que, después de averiguado, hubiese sido mi principio grande y famoso, con lo cual se debía de contentar el rey, mi suegro, que hubiere de ser.

4

El cura Pedro Pérez le recomienda don Quijote leer libros de historias verdaderas en vez de los falsos de caballerías.

Ea, señor don Quijote, duélase de sí mismo, y redúzcase al gremio de la discreción, y sepa usar de la mucha que el cielo fue servido de darle, empleando el felicísimo talento de su ingenio en otra lectura que redunde en aprovechamiento de su conciencia y en aumento de su honra! Y si todavía, llevado de su natural inclinación, quisiere leer libros de hazañas y de caballerías, lea en la Sacra Escritura el de los Jueces; que allí hallará verdades grandiosas y hechos tan verdaderos como valientes. Un Viriato tuvo Lusitania; un César, Roma; un Aníbal, Cartago; un Alejandro, Grecia; un conde Fernán González, Castilla; un Cid, Valencia; un Gonzalo Fernández, Andalucía; un Diego García de Paredes, Extremadura; un Garci Pérez de Vargas, Jerez; un Garcilaso, Toledo; un don Manuel de León, Sevilla, cuya lección de sus valerosos hechos puede entretener, enseñar, deleitar y admirar a los más altos ingenios que los leyeren. Ésta sí será lectura digna del buen entendimiento de vuestra merced, señor don Quijote mío, de la cual saldrá erudito en la historia, enamorado de la virtud, enseñado en la bondad, mejorado en las costumbres, valiente sin temeridad, osado sin

5

(Plática con el bachiller Sansón Carrasco sobre la Historia.  Hechos sobre los cuales la Historia debería callar. Diferencias entre el historiador y el poeta)

–A lo que yo imagino –dijo don Quijote–, no hay historia humana en el mundo que no tenga sus altibajos, especialmente las que tratan de caballerías, las cuales nunca pueden estar llenas de prósperos sucesos.

–Con todo eso –respondió el bachiller–, dicen algunos que han leído la historia que se holgaran se les hubiera olvidado a los autores della algunos de los infinitos palos que en diferentes encuentros dieron al señor don Quijote.

–Ahí entra la verdad de la historia –dijo Sancho.

–También pudieran callarlos por equidad –dijo don Quijote–, pues las acciones que ni mudan ni alteran la verdad de la historia no hay para qué escribirlas, si han de redundar en menosprecio del señor de la historia. A fe que no fue tan piadoso Eneas como Virgilio le pinta, ni tan prudente Ulises como le describe Homero.

–Así es –replicó Sansón–, pero uno es escribir como poeta y otro como historiador: el poeta puede contar, o cantar las cosas, no como fueron, sino como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna.