viernes, 23 de julio de 2021

CUADERNO DE SAN MARTÍN

 

CUADERNO DE SAN MARTÍN (1929)

Edgardo Rafael Malasp


ina Guerra

I

Borges tenía treinta años cuando escribió Cuaderno San Martín (1929), su tercer libro de poesías. Llama así este poemario en recuerdo de un cuaderno escolar, y lo dedica a su ciudad natal.

II

La infancia es fuente para la inspiración literaria. “En mi memoria mi infancia brilla con un resplandor como si entonces todo hubiese sido mejor y más bello que ahora” (Mika Waltari en Sinuhé, el egipcio, 1945)

Frases y versos:

1

He hablado mucho, he hablado demasiado, sobre la poesía como brusco don del Espíritu, sobre el pensamiento como una actividad de la mente; he visto en Verlaine el ejemplo de puro poeta lírico; en Emerson, de poeta intelectual. Creo ahora que en todos los poetas que merecen ser releídos ambos elementos coexisten.

2

 La tarde se había ahondado en ayeres,

los hombres compartieron un pasado ilusorio.

Sólo faltó una cosa: la vereda de enfrente.

A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires:

La juzgo tan eterna como el agua y el aire.

(Fundación mítica de Buenos Aires)

3

Esta es una elegía

de los rectos portones que alargaban su sombra

en la plaza de tierra.

Ésta es una elegía

que se acuerda de un largo resplandor agachado

que los atardeceres daban a los baldíos.

(Elegia de los portones).

4

Recuerdo mío del jardín de casa:

vida benigna de las plantas,

vida cortés de misteriosa

y lisonjeada por los hombres.

(Curso de los recuerdos).

5

Yo era chico, yo no sabía entonces de muerte, yo era inmortal.

6

Me conmueven las menudas sabidurías

que en todo fallecimiento se pierden

(“La noche que en el Sur lo velaron”. Borges escribió que este fue su primer poema).

7

La muerte es vida vivida

la vida es muerte que viene;

la vida no es otra cosa

qué muerte que anda luciendo.)

8

La muerte es incolora, hueca, numérica;

se disminuye a fechas y a nombres,

muertes de la palabra.

 

9

Si cuando el tiempo nos deja,

nos queda un sedimento de eternidad, un gusto del mundo,

entonces es ligera tu muerte,

como los versos en que siempre estás esperándonos.

 

 

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