LA
BUSCA DE AVERROES. DÉCIMO CUENTO DEL ALEPH.
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
En
“La busca de Averroes” el médico y filósofo Averroes trata de entender el
significado de los conceptos “tragedia” y “comedia” de la Poética de Aristóteles
para hacer una traducción, pero fracasa a pesar de que la cotidianidad le
presenta oportunidades para descifrar el problema.
1
La
divinidad sólo conoce las leyes generales del universo, lo concerniente a las
especies, no al individuo.
2
La
víspera, dos palabras dudosas lo habían detenido en el principio de la Poética.
Esas palabras eran tragedia y comedia. (De la Poética de Aristóteles).
3
La
maravilla es acaso incomunicable: la luna de Bengala no es igual a la luna del
Yemen, pero se deja describir con las mismas voces.
4
En
Alejandría se ha dicho que sólo es incapaz de una culpa quien ya la cometió y
ya se arrepintió; para estar libre de un error, agreguemos, conviene haberlo profesado.
5
Si
el fin del poema fuera el asombro, su tiempo no se mediría por siglos, sino por
días y por horas y tal vez por minutos.
6
Un
famoso poeta es menos inventor que descubridor.
7
La
imagen que un solo hombre puede formar es la que no toca a ninguno. Infinitas
cosas hay en la tierra; cualquiera puede equipararse a cualquiera. Equiparar
estrellas con hojas no es menos arbitrario que equipararlas con peces o con
pájaros.
8
Nadie no sintió alguna vez que el destino es
fuerte y es torpe, que es inocente y es también inhumano.
9
El
tiempo agranda el ámbito de los versos y sé de algunos que a la par de la
música, son todo para todos los hombres.
10
Singular
beneficio de la poesía; palabras redactadas por un rey que anhelaba el Oriente
me
sirvieron a mí, desterrado en África, para mi nostalgia de España.
11
Algo
le había revelado el sentido de las dos palabras oscuras. Con firme y cuidadosa
caligrafía agregó estas líneas al manuscrito: Aristú (Aristóteles) denomina
tragedia a los panegíricos y comedias a las sátiras y anatemas.
12
Averroes
mira a unos niños haciendo una escena teatral de juego, pero no ve. (Igual no
entenderá cuando hablan del teatro chino). Por eso no precisa la esencia de los
vocablos “tragedia” y “comedia”. Tiene sensaciones que no producen ideas (
Empirismo de Hume). Carece de las categorías provenientes de la práctica social
y cultural (en el sentido kantiano el término), producto del desarrollo de la filosofía
occidental combinada con el cristianismo. Por eso se queda pasmado en su
caverna platónica y percibe sólo sombras.
Ernesto
Sábato definió esa peculiar situación del mundo islámico con una frase lapidaria:
“La prohibición musulmana de
representar la divinidad les quitó la posibilidad de una plástica como la de
los católicos” (El escritor y sus fantasmas, 1963).
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