NIETZSCHE
O EL EXPERIMENTO DE LA VIDA
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Así
se llama el libro del filósofo Agustín Izquierdo que habla sobre la vida de
Nietzsche y sus postulados filosóficos.
2
La
muerte del padre y de un hermano hizo
que la vida de Nietzsche adquiriera un
tinte sombrío desde la infancia.
3
Nietzsche
compuso música en su infancia, escribió poesía y practicó la pintura.
4
Pensaba
que el mejor tipo de educación es aquel que no descuida ni la mente ni el
cuerpo, por lo que hay que educarse en todas las ciencias y artes para evitar
desarrollarnos solamente en algunos ámbitos del saber.
5
Leyó
El mundo como voluntad y representación
de Schopenhauer en catorce días “bajo el influjo de una gran excitación nerviosa”.
Ese libro cambió su manera de pensar.
6
En
1869 fue nombrado catedrático de filología de la Universidad de Basilea, donde
le concedieron el grado de doctor sin examen previo por sus trabajos
publicados. Tenía veinticinco años.
7
Apolo
y Dionisio se traducen fisiológicamente en el sueño y la embriaguez.
8
Nietzsche
amaba los viajes y cambiar constantemente de residencia. Empleaba buena parte
de su tiempo en hacer largos paseos. Tenía profunda inclinación por el
movimiento. “Ser culo de plomo, ¡ese es el pecado por excelencia contra el espíritu! Sólo los
pensamientos que se tienen andando valen
algo”.
Para
no aburrirse hay que pasear y meditar. Sus paseos son de hasta seis horas
diarias.
9
Anotaba
sus aforismos o pensamientos en una
pizarra que tenía cerca de la cama. Escribía sus ideas a oscuras en las noches
de insomnio.
10
Abandona
la carrera académica para dedicar todo el tiempo posible a la meditación y dar
forma a todos sus pensamientos que
recorren su mente sin cesar.
11
Sus
enfermedades no impidieron su actividad intelectual, más bien impulsaron su
filosofía.
“Cierta
manera de pensar puede recuperar la salud”.
12
La
soledad le permitió la fertilidad de la que nacía su filosofía, que lo protegía
al mismo tiempo del terror de la horrible soledad.
No
podía trabajar donde el exceso de luz
deslumbrase sus ojos, por eso su ventana daba al campo y no a una
casa encalada.
13
Se
levantaba temprano, con el primer canto de gallo. Trabajaba con la puerta
cerrada para que nadie lo distrajera. Se sentaba junto a la lámpara de mesa. A
las once salía a pasear. Tomaba un cuaderno y lápiz para hacer anotaciones.
Absorto en sus pensamientos no miraba a su alrededor. Regresaba a las cinco de
la tarde y escribía hasta las once.
14
El
mundo es para Nietzsche voluntad de poder. Esto significa que todos los fenómenos, todos los
acontecimientos, toda experiencia son síntomas
de esa voluntad de poder.
15
El
placer y el dolor no son contrarios, pues el placer se puede encontrar en una sucesión rítmica
de pequeños estímulos de desplacer, que son superados. Toda
victoria es una resistencia superada.
16
Las
funciones sanas tienen la necesidad de aumentar sus fuerzas. La enfermedad es
la incapacidad de oponer resistencia.
17
El
hombre es un conjunto de voluntades de poder cuyo funcionamiento en su mayor
parte es inconsciente y del que solo un
fragmento es consciente. Alma y cuerpo son una misma cosa.
18
Hay
que esquematizar para imponer formas al caos de nuestra experiencia interior.
La razón y la lógica está presidida por la necesidad práctica de
esquematizar y subsumir para poder entenderse y calcular.
19
Del
mundo del conocimiento resulta un universo de objetos imaginarios nacidos de la
fuerza de la simplificación, donde
existe la regularidad y la uniformidad: esta fuerza de hacer lógico el mundo es
la voluntad de verdad, una forma particular de la voluntad de poder.
20
Al
conocimiento se llega a través de
creencias y prejuicios.
Tanto
en la filosofía como en la ciencia, el instinto dominante es el de la verdad.
La
ciencia también se fundamenta en creencias, la primera de las cuales es pensar que en las ciencias las creencias
están ausentes.
21
Todas
las ficciones tienen respaldo en la estructura de la gramática, por eso no es posible
dejar atrás a Dios mientras creamos en la gramática.
22
La
moral se resume en el no egoísmo, en la renuncia de sí mismo, en el desinterés.
23
La
fuerza constructora de los Estados es
una manifestación de la voluntad de poder, la cual es igual a la actividad del
protoplasma de la materia.
24
Todos
los instintos que no pueden exteriorizarse se vuelven hacia dentro. Este viaje
interior de los instintos produce nuevas creaciones.
25
La
pena (castigo) hace más frío a quien la sufre, más resistente, le hace más
inteligente, más desconfiado y fortalece su memoria.
26
La
pena y la culpa llegan a considerarse con relación a los antepasados, que
terminan por confundirse con la divinidad. Así nació el Dios cristiano.
27
El
que está acostumbrado al sufrimiento ensalza la tragedia.
28
El
hombre fuerte es Dionisio, el débil es el crucificado. El primero es pagano y
diviniza la existencia en todos sus aspectos. El segundo es el religioso
decadente.
29
La
mentira es necesaria para vivir, por eso recurrimos a la ilusión del arte: para
ocultar lo terrible de la existencia. El arte es más fuerte, más divino que la
verdad.
30
Sólo
en la creación se afirma el mundo y se redime el sufrimiento.
31
La
filosofía es una forma de vivir la experiencia a la que estamos obligados por
el hecho de existir.
32
La
verdad es fea y sólo el arte nos permite no perecer en ella.
33
El
arte y la filosofía son antídotos y remedios al servicio de la vida.
34
Tengo
que seguir soñando para no perecer.
35
En
la ciencia las convicciones no tienen derecho a la ciudadanía, por eso la
modestia de una hipótesis.
36
Evitemos
decir que la muerte es lo contrario de la vida. Lo vivo no es más que un género
de muerte.
37
La
moralidad es el instinto del rebaño en el individuo.
38
¡…Permaned
fieles a la tierra y no creáis a los que os hablan de esperanzas
sobreterrenales! Son envenenadores, tanto lo sepan como si no.
39
Ya
no creo en nada. Esta es la la auténtica manera de pensar de un hombre creador.
40
El
sufrimiento es necesario para los creadores.
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