EL
IDIOTA: LA VERSIÓN MEJORADA DE JESÚS DE NAZARET.
Edgardo
Malaspina
1
El
Idiota (1868-1869) es una novela autobiográfica de Fiódor Dostoyevski, cuya
trama central gira en torno al príncipe
Lev Myskhin y su epilepsia; enfermedad sufrida por el autor y considerada en
diferentes periodos de la historia, ya sagrada, ya demoníaca. Para Dostoyevski,
era lo primero.
2
Dostoyevski
escribió la novela bajo la presión de una situación adversa: sufría constantes
ataques epilépticos y tenía serios
problemas económicos. Todo esto lo deprimía y lo llevaba al insomnio. El primer borrador lo lanzó a la basura,
mientras se quejaba de pérdida de memoria y de los grandes retos que significaban
la creación literaria: un infernal suplicio. La primera parte la escribió en
poco más de veinte días para satisfacer la
demanda del editor; por lo que debía
escribir ocho horas seguidas cada día. Luego “daba paseos arriba y abajo,
fumando y pensando en mi tarea”.
3
La
obra, según el propio Dostoyevski, trata sobre un hombre completamente bueno,
bello y perfecto (como Cristo) “algo muy difícil para los tiempos que corren”.
“En la literatura cristiana la figura de Don Quijote se me antoja la más
perfecta”. No es casualidad que en la novela se cite varias veces el libro de
Cervantes. Dostoyevski admiraba al Caballero de la Triste
Figura y por eso escribió “Si en el Más Allá me preguntan qué ha hecho el hombre,
guardaré silencio y mostraré un ejemplar de Don Quijote”.
4
Myskhin
es ingenuidad y bondad. Su perfil psicológico, parecido al de Alexei de Los hermanos Karamazov, es la contraparte de Raskolnikov.
Myskhin siempre quiere hacer el bien, pero donde lo
intenta las cosas empeoran. En ese sentido es igual a Don Quijote. “Myskhin no
sólo no consigue ayudar a nadie, sino que estropea las más felices situaciones”
(Henri Toyat).
5
El
idiota se inspira en la tradición evangélica.
Myskhin es superior a Cristo porque jamás se enoja con sus adversarios. Recordemos
el episodio de Jesús con los cambistas en la sinagoga: los atacó volcando sus
mesas y las sillas de los que vendían palomas. Myshhin, en cambio, sonríe y es
comprensivo con quienes le traicionan e intentan perjudicarle. Por otro lado, Aglaya es María, y Nastasia es
Magdalena. Rafael Cansinos dice: Myskhin
como Jesús a la Magdalena redime con su amor a Nastasia.
6
La
compasión es igual al amor. La compasión es la principal y
acaso la única ley de la existencia humana.
7
La
verdadera vida empieza después de los cincuenta y seis años.
8
Dostoyevski
narra con lujos de detalles el episodio cuando fue condenado a muerte y luego
perdonado: Le quedaban cinco minutos de vida nada más, espacio de tiempo
infinito…Si volviera a la vida ¡Qué eternidad! Entonces yo cada minuto lo
convertiría en un siglo, no perdería nada, a cada minuto le pediría cuenta, no
gastaría ni uno solo en vano.
9
-El
cuadro clínico de la epilepsia con sus ataques es descrito con precisión de
manual de estudio: “caía en un completo estupor, perdía por entero la memoria,
y aunque mi razón seguía trabajando, no lograba coordinar lógicamente las ideas.
-Antes
de un ataque: La sensación de la vida se duplicaba en aquellos instantes como
relámpagos. Alma, corazón se iluminaban con desusada luz. Luego venía la
altísima serenidad, el júbilo, las ilusiones radiantes y armoniosas, llenas de razón y de razones
definitivas.
-Cambia
el semblante, sobre todo la mirada. Las convulsiones y espasmos se apoderan del cuerpo y de todas sus
facciones. Un grito se escapa del pecho. En ese grito desaparece todo lo humano.
10
-El
respeto y amor a los animales se refleja en el hecho de que el rebuzno de un
asno lo hizo salir de las brumas de la tristeza que le acometían luego de los
ataques: “Aquel asno hizo una impresión
terrible, y no sé por qué me fue enormemente simpático, y al mismo tiempo, de
pronto, pareció hacerse luz en mi cerebro”.
-Los
niños son comparables con las aves: “Los llamo avecillas, porque mejor que el
pajarillo no hay nada en el mundo”.
-
Hasta una mosca participa del banquete de la vida, en el concierto de todas las
cosas.
11
No
hay hombre, por honrado que fuere, que (aunque sólo sea una vez) no haya robado
en su vida.
12
“Es
mucho más difícil perdonar el bien que la ofensa”.
El
poeta Andrés Eloy Blanco se refirió a esa paradoja, que refleja la ingratitud
humana, en un verso:
Vida
traidora, por quien
todo
este Sueño se m uere,
si
no te hice ningún bien,
¿por
qué tu mano me hiere?
13
El
que no tiene tierra bajo sus pies, no tiene a Dios en su alma.
14
La
mala conducta ajena causa vergüenza propia.
15
Quien
tiene miedo y no huye, no es un cobarde.
16
El
Idiota está considerada una obra maestra; sin embargo, Burienin, un crítico literario, la califica
como la peor novela de Dostoyevski “por absurda e incomprensible”. Por otro
lado, Kropotkin, con la anarquista irreverencia que le es propia, dijo: Nunca
he podido leer hasta el final una novela como El Idiota.
17
Particularmente
pienso que El Idiota nos enseña (como lo propugnó Schopenhauer) que la fórmula,
para combatir los desmanes de la voluntad universal que nos lleva a la
infelicidad y el sufrimiento, está en la práctica de la compasión y la
generosidad.
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