EL HOMBRE MEDIOCRE
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
El
hombre mediocre (1913) del médico y filósofo italo- argentino José Ingenieros (1877-1925)
puede ser catalogado de ensayo literario filosófico, pero también de manual de
autoayuda o de desarrollo personal que jamás pierde vigencia, porque la
naturaleza humana siempre será la misma en cualquier momento histórico.
Ingenieros
habla del talento, la mentira, la hipocresía, la virtud, la honestidad, la
bondad, el perdón, la ciencia , el arte, la avaricia, la vanidad, la juventud,
la vejez, etc.
2
Los
hombres son inferiores, mediocres o
superiores. Los primeros sus unos desadaptados; los segundos conforman el
rebaño, no ven más allá de sus narices y
se conforman con lo que tienen, mientras que los últimos tienen talento , son
idealistas y emprendedores.
La
clasificación de los hombres en inferiores, mediocres y superiores es extensiva
a los pueblos.
3
El
hombre mediocre es conformista. Jamás tratará de cambiar su situación de
rutina. El hombre idealista no le teme al cambio.
4
-Nadie
puede volar allí donde todos se arrastran como el gusano.
-Y así como los pueblos sin dignidad son rebaños, los individuos sin ella son
esclavos.
-Los pueblos sin dignidad renuncian a la protesta.
5
El
idealista se guía por la obra de los genios.
6
El
hombre mediocre es como Sancho Panza que piensa con el estómago, El superior es
como don Quijote, lleno de ideales.
7
El
hombre mediocre cruza rápidamente por
las salas de un museo sin apreciar los tesoros históricos expuestos, en cambio
se detiene por largo rato frente a una vitrina de un centro comercial.
8
El
hombre mediocre ve la torre inclinada de Pisa y corre despavoridamente porque
piensa que le va a caer encima.
9
El
perdón repetitivo es complicidad.
10
No
honremos a los necios con una respuesta, ni los glorifiquemos con un puntapié.
11
La
nivelación no existe en la naturaleza. La igualdad es la muerte.
12
El
genio se abstrae, el alienado se distrae.
13
El
genio vuela, el loco salta.
14
Toda
superioridad es un destierro.
15
La
rutina mata el pensamiento.
16
Tartufo
se encuentra entre los hombres mediocres.
17
Hay
que resaltar que José Ingenieros no desea a excluir al hombre mediocre de la
sociedad, y muy por el contrario lo considera necesario porque es estadísticamente
la mayoría, y es quien desempaña todos las funciones donde se necesita cumplir
labores rutinarias que hacen posible la convivencia en general.
Veamos:
-La
inmensa masa de los hombres piensa con la cabeza del pastor.
-
Es
más contagiosa la mediocridad que el talento.
-El
mediocre no inventa nada, no crea, no empuja, no rompe, no engendra; pero, en
cambio, custodia celosamente la armazón de automatismos y prejuicios y dogmas
acumulados durante siglos, defendiendo ese capital común contra la asechanza de
los inadaptables.
18
Lo
anterior expuesto se corrobora con la Ley o Principio de Pareto: el 20 por
ciento de la gente es activa y emprendedora, es la que produce y mueve una sociedad,
política, económica y culturalmente ; el otro 80 por ciento es pasiva, pero se
beneficia de lo que hacen los primeros.
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