EL
OFICIO DE ESCRIBIR Y EL ESTILO
(Comentarios
y consejos de Arthur Schopenhauer sobre el arte de escribir)
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Hay,
ante todo, dos clases de escritores: los que escriben para expresar algo y los
que escriben “para escribir”. Los primeros tienen ideas y experiencia. Que
consideran dignas de ser comunicadas. Los segundos necesitan dinero.
2
Si
el lector advierte que alguien escribe para llenar páginas, debe tirar el
libro, pues el tiempo es precioso.
3
Tan
sólo escribe cosas de ser leídas el que únicamente escribe para decir algo.
4
Qué
inapreciable ventaja sería, si, en todas las ramas de una literatura, tan sólo
existieran pocos pero excelentes libros.
5
Hay
tres clases de autores: 1) Los que escriben sin pensar. 2) Los que piensan
mientras están escribiendo. 3) Aquellos que han pensado antes de ponerse a
escribir. Son los menos.
5
Tan
sólo aquel que toma directamente de su cabeza la materia sobre la cual escribe
es digno de ser leído.
6
Lo
nuevo es raramente lo bueno, pues lo bueno es lo nuevo tan sólo durante corto
tiempo.
7
El
título de un libro deberá ser expresivo, corto, conciso, lacónico y
significativo. Debe resumir el contenido
del libro en una palabra.
8
Un
libro no puede ser más que el reflejo de las ideas del autor.
9
Cuando
un libro adquiere fama, debemos precisar
si ello se debe al tema que trata
o a la forma en que lo expone,
10
La
pluma es al pensar lo que el bastón al caminar; pero se camina más ágilmente
sin la ayuda del bastón, y el pensar más perfecto se realiza sin la pluma, Tan
sólo cuando uno empieza a envejecer se sirve voluntariamente del batón y de la
pluma,
11
Para
ser inmortal, una obra ha de tener tantas
cualidades que no es fácil encontrar una persona que las perciba todas y las
aprecie.
12
La
mayor parte de los libros son malos y no
debieran haberse escrito.
13
“Todo
hombre de bien pone su nombre al pie de
lo que escribe” . (Rousseau)
14
El
estilo es la fisonomía del espíritu, la cual es menos engañosa que la del
cuerpo.
15
El
estilo revela la naturaleza formal de todos los pensamientos de una persona. El
estilo es, en cierto modo, la masa con que se modelan todas sus figuras por muy diferentes que éstas puedan ser.
16
Nada
hay más fácil que escribir de modo que nadie lo entienda. Nada es más difícil
que exponer ideas importantes de modo
que todo el mundo las pueda comprender.
17
La
ingenuidad tiene un atractivo; lo artificioso provoca rechazo. Un gran pensador
expresa sus ideas del modo más puro,
claro, seguro y breve posible,
18
El
estilo no es más que la silueta del pensamiento.
19
Escribir
de modo poco claro o mal significa
pensar de modo turbio y confuso.
20
El
que tiene que decir algo que vale la pena
no tiene que esconderse en preciosismos, frases difíciles y oscuras sugerencias. Puede enunciarlo de un modo simple, claro e ingenuo.
21
Hay
que hablar el mismo lenguaje de los demás. Utilizar palabras ordinarias para hablar de cosas extraordinarias.
22
Escribir
de manera rebuscada refleja pobreza intelectual. El que escribe con estilo
afectado se asemeja al que se engalana de forma recargada.
23
Querer
escribir como se habla es tan condenable como lo contrario: querer hablar como
se escribe.
24
El
estilo lapidario es el mejor de todos.
25
Cuando
un pensamiento correcto surge en la mente, busca enseguida la claridad y pronto
la encontrará.
26
Lo
que un hombre es capaz de pensar puede siempre expresarlo en términos claros,
comprensibles y no ambiguos.
27
Los
escritores que enmarañan frases
difíciles, oscuras, enrevesadas y ambiguas, en realidad, no saben bien lo que quieren decir. Quieren dar
la apariencia de que saben lo que no saben, piensan lo que no piensan y dicen lo que no dicen.
28
Hay
que evitar los excesos. Las palabras sirven
para hacer comprensibles los pensamientos. Pero sólo hasta cierto punto.
23
Son
muchos los escritores que tratan de ocultar
su pobreza de pensamiento con un aluvión de palabras.
24
El
que escribe ha de ahorrar al lector
tiempo, esfuerzo y paciencia y, de esta forma, ganará su confianza.
25
Utilizar
muchas palabras para comunicar pocas
ideas es, en todas partes, un signo
infalible de mediocridad.
26
Una
cabeza eminente encierra muchos pensamientos en pocas palabras.
27
La
verdad desnuda es la más bella, y su impacto será tanto más profundo cuanto más
simple la forma de expresión.
28
En
arte de la palabra hay que ponerse en guardia contra todo adorno retórico. Todo
lo que es superfluo produce un efecto nocivo. La ley de la simplicidad y la
ingenuidad es aplicable a todas las
bellas artes.
29
La
auténtica concisión de la expresión
consiste en saber decir solamente lo que
es digno de ser dicho, evitando las explicaciones prolijas.
30
Hay
que escribir con sumo cuidado. Los clásicos
escribieron siempre con gran esmero. Se dice que Platón rehízo siete veces la introducción de su República.
31
Pocos
escriben como construye un arquitecto
que ha esbozado un plan y lo ha elaborado en todos sus detalles. La mayor parte
escribe como se juega al dominó: una
pieza se adapta a otra; lo mismo sucede
con la sucesión y encadenamiento de las palabras.
32
El
principio fundamental de la estilística
debe ser que el hombre puede pensar con nitidez un solo pensamiento a la
vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario