Edgardo Rafael Malaspina Guerra
En “De qué hablo cuando hablo de escribir” (2015)
Haruki Murakami comparte su experiencia en el mundo de las letras y filosofa
sobre el sentido de la escritura.
1
En esencia, los escritores somos seres egoístas ,
generalmente orgullosos y competitivos.
2
No hay nadie tan generoso y con corazón más grande que
los escritores de ficción.
3
Una novela puede escribirla casi cualquiera que se lo
proponga: se puede lograr sin entrenamiento. Basta con saber redactar
correctamente , tener un bolígrafo, un cuaderno y cierta imaginación para
inventar una historia. No hace falta estudiar en una universidad concreta , ni
se precisan unos conocimientos específicos para ello.
4
Sobrevivir como escritor es extremadamente difícil.
5
El número de escritores no tiene límites, pero si el
espacio en las librerías.
6
Escribir novelas no es un espacio adecuado para
personas extremadamente inteligentes, porque ese es un trabajo lento, de
marchas cortas. Una persona inteligente puede transmitir un mensaje con pocas
palabras. Un novelista dirá lo mismo en un largo libro con infinitas
paráfrasis.
7
Escribir novelas es ciertamente un trabajo con un
rendimiento muy escaso.
8
Los escritores son seres necesitados de algo
innecesario. Los escritores no hacen
ninguna falta en este mundo.
9
Escribir novelas es un trabajo bastante torpe, tan
solo se trata de tocar y retocar frases hasta descubrir si funciona o no, y
para hacerlo no queda otra que encerrarse en una habitación.
10
Escribir a mano provoca una enorme sensación de
frescura. El corazón brinca de emoción.
11
No hace falta recurrir a palabras difíciles ni a giros
complejos para que la gente te entienda.
12
Si escribir no resulta divertido , no tiene ningún
sentido hacerlo.
13
Sólo el cinco por ciento de las personas leen
literatura de manera habitual.
14
La originalidad consiste en tener un estilo propio,
ser capaza de superar ese estilo peculiar para evolucionar y hacer de esa
originalidad un estándar.
15
“Para llegar a la fuente hay que nadar siempre contra
la corriente . Todo lo que se deja arrastrar río abajo no es más que un
desperdicio” .(Zbigniew Herbert, poeta polaco.)
16
Hay que tirar a la papelera el exceso de información,
limpiar los circuitos del sistema de información para que vuelvan arrancar en
nuestras cabezas con toda libertad.
17
No he sufrido nunca un periodo de sequía creativa.
18
Para escribir hay que leer mucho, observar en todos
sus detalles un fenómeno y no sacar conclusiones precipitadas. Mientras más
lento sea ese proceso, mucho mejor.
19
No hago anotaciones. Las cosas verdaderamente
importantes no se olvidan, así como así.
20
La imaginación es una combinación de recuerdos
fragmentados e incoherentes.
21
Alguien capaz de escribir una novela es alguien capaz
de comunicarse con los habitantes de otros planetas.
22
Las novelas largas constituyen una línea de vida. Los
relatos cortos son un campo de entrenamiento.
23
No puedo hacer dos cosas a la vez cuando me empeño en
algo serio.
24
Para escribir novelas largas me impongo la regla de
completar diez páginas al día.
25
Me despierto por la mañana temprano, me preparo un café
y me siento a la mesa durante cinco horas seguidas.
26
Escribo la primera versión. Descanso una semana y
luego empiezo la primera reescritura. Dejo que la novela duerma en un cajón. La
retomo y hago correcciones.
27
Hay que aceptar las críticas sobre nuestros escritos
con humildad y modestia.
28
“Una novela se perfecciona después de releerla, de
quitarle algunas comas y volver a leerla una vez más para poner las comas en el
mismo sitio donde estaban” (Raymond Carver).
29
Cuando releo encuentro muchos defectos y por eso casi
nunca vuelvo a mis libros ya publicados.
30
Escribir novelas constituye un trabajo individual sin
un final determinado, que se lleva a cabo en una habitación cerrada.
31
El estado de ánimo y el sufrimiento van aparejados al
hecho concreto de la escritura.
32
Me levanto de madrugada y me concentro en la escritura
durante cinco horas. Después del mediodía me echo una siesta , escucho música o
leo algún libro que no interfiera en mi trabajo. Hago ejercicios durante una
hora: un escritor esta acabado cuando engorda. Si no hay ejercicios las neuronas
mueren al acabo de un día.
33
Hay que escribir una novela para comprender
verdaderamente la dimensión de la soledad.
34
El fundamento de todo escritor es contar una
historia.; expresado con otras palabras se puede decir que es penetrar en la
parte más profunda de la conciencia.
35
La sobriedad y la monotonía resultan imprescindibles
si uno quiere escribir.
36
He enseñado en varias ocasiones en universidades de
Estados Unidos, aunque carezco de título de docente.
37
Nunca me ha gustado competir con otras personas.
38
Mi deseo con relación al sistema educativo es
sencillo: que no aplaste la imaginación de los niños que la tienen.
39
No tomo como modelo a personas reales para mis
novelas.
40
Una de las cosas que más me divierten de escribir es
convertirme en quien quiera a voluntad.
41
Durante mucho tiempo fue incapaz de poner nombres a
mis personajes.
42
Escribir es una renovación constante, tenga la edad
que se tenga.
43
El escritor siente que tiene la edad del personaje que
describe.
44
Escribo para mi mismo. Escribir oculta la intención de
curación de uno mismo.
45
No firmo libros. Soy un escritor. La vida es breve y el tiempo y la energía son
limitados.
46
La única cosa que hay que temer de verdad es morir
rodeado de aduladores y alabanzas.
47
Las novelas brotan con naturalidad del interior de uno
mismo.
48
Sólo logro poner en orden lo que pienso cuando
escribo.
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