EL
OTOÑO DEL PATRIARCA
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Mario
Vargas Llosa afirma que “El otoño del
patriarca” (1975) es la novela menos
lograda de Gabriel García Márquez. Le toca a los académicos dilucidar esa
cuestión; por mi parte tengo algo muy claro, como simple lector, que es una
obra muy distinta a las que le antecedieron :La hojarasca (1955), El coronel no
tiene quien le escriba (1961), La mala hora (1962), Los funerales de la Mamá
Grande ( 1962 ), Cien años de soledad (1967), La increíble y
triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1974).
2
Es
distinta la novela por la forma de narrarla: a veces la primera persona se
confunde con la tercera; además, largos
párrafos carecen de signos de puntuación. Hay muchas comas y muchos “carajos”.
La narración avanza, y a veces tiene contramarchas. No obstante, en la medida
en que la lectura fluye se va entendiendo la trama. El propio García Márquez
confesó que El otoño del patriarca es anticienaños de soledad, porque
él quería escribir algo diferente , quería experimentar otra manera de contar
las cosas.
3
El
personaje principal es un dictador latinoamericano, muy anciano y déspota. Sus
rasgos psicológicos son una fusión de los perfiles de los mandones que aparecen
en la historia política de nuestros países; por eso uno a veces cree
identificar a determinado sátrapa en la narración. No es casualidad que en las
portadas de las primeras publicaciones de esta novela se inserta la figura de
Juan Vicente Gómez(1857-1935) quien se mantuvo en el poder por casi tres
décadas en Venezuela, y cuya conducta bestial hizo que algunos opositores lo
llamaran “Juan Bisonte Gómez”. Saturno Santos es un personaje indígena
legendario que protege al patriarca con su machete, así como el indio Eloy
Tarazona cuidada las espaldas de Gómez. Al autócrata de la novela le llaman el “Benemérito”,
título que ostentaba el hombre de La Mulera; y, como éste, no perdonaba a sus adversarios
ni los sacaba de las cárceles por temor a que se fortalecieran en
libertad.
Curiosamente
como muchos gobernantes autoritarios de nuestra actualidad el decrepito
patriarca aprovechó una epidemia de peste para atornillarse más en el poder y
perseguir a sus opositores.
4
El
otoño del patriarca es una parábola de la soledad del poder, porque todos los
que rodean al dictador fingen amarlo. No existe la amistad, sólo los intereses
y la hipocresía. El dictador cuando está acompañado de sus áulicos,
paradójicamente se siente solo. García Márquez una vez dijo que El otoño del
patriarca es su autobiografía; y esto hay que entenderlo en el sentido de la
soledad que trae la fama. Gabo decía que para escribir tenía que aislarse y
hasta colgar los teléfonos para no recibir llamadas.
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