[2] VIAJE A LA ALCARRIA (1948).
“Viaje
a la Alcarria (1948) del Premio Nobel de Literatura (1989) Camilo José Cela (1916-2002)
es una crónica sobre la visita del autor a esa región española. El narrador
habla de todo lo que va viendo en su viaje, los pueblos, su gente y hasta los
animales. Cada situación, por más intrascendente, que parezca, es objeto de su atención. Los días con sus
cambios climáticos los cielos y todos los parajes de la naturaleza pasan por
sus ojos atentos del viajero y van hasta el papel con sencillas, pero hermosas
palabras.
“El
viajero es un hombre joven, alto, delgado. Está en mangas de camisa fumando un
cigarrillo. Lleva ya varias horas sin hablar, varias horas que no tiene con
quién hablar. De cuando en cuando bebe un sorbo —ni pequeño ni grande— de
whisky o silba, por lo bajo, alguna cancioncilla”. (CJC),
PÁRRAFOS
Y FRASES
1
Como
médico me gusta este diálogo:
Julio
Vacas, alias Portillo, habla con el viajero.
—¿Es
usted aficionado a leer?
—Sí;
a veces leo algo.
—Pues
le voy a regalar a usted dos libros que tengo en mucha estima. Son muy
antiguos, son dos libros de sabios. Por ellos no quiero nada: haz bien y no
mires a quién. Se los voy a regalar. Son dos libros para la salud; está usted
muy blanco.
El
viajero, mientras el trapero busca los libros, se entretiene mirando para las
paredes.
—Aquí
están.
—Pues
muchas gracias.
El
viajero busca dos pesetas en el bolsillo.
—No;
yo estas cosas no las cobro.
—Perdón,
estas dos pesetas no son por los libros, ya sé que valen más, estas dos pesetas
son un obsequio.
—Ese
ya es otro cantar.
Julio
Vacas se guarda sus dos pesetas y el viajero hojea los libros. Uno se titula Tratado
práctico de la gota, y está fechado en Alcalá, en 1791, en la Oficina de la
Real Universidad. Fue escrito en lengua francesa por M. Coste, consejero y
médico más antiguo de los Guardias de S. M. el Rey de Prusia; la traducción al
castellano es de don Ramón Tomé, profesor de Cirugía en la Corte, quien le
añadió un Tratado de Aguas Minerales. El otro se llama La Medicina Curativa o
la Purgación, y está escrito por M. Le Roy, cirujano consultor de París. La
portada lleva dos versitos que dicen: Lleva el médico consigo, quien me lleva
en el bolsillo. El libro está fechado en Valencia, en 1828, en la Oficina de
José Ferrer de Orga, y lleva un retrato del autor, con media orla en letra
inglesa que dice: M. Le Roy, Propagador de la Medicina Curativa.
2
Yo
digo que la mañana se ha hecho para andar, la tarde para mirar y la noche para
dormir.
3
Una
cigüeña pasa, no muy alta, con una culebra en el pico. Unas perdices se
levantan de un tomillar. Un pastorcito adolescente y una cabra pecan, con uno
de los pecados más antiguos, a la sombra de un espino florecido de aromáticas
florecitas blancas como la flor del azahar.
4
Pienso
que la literatura es un camino —nítido, a veces, y a veces, borroso y
desdibujado— que no se camina jamás. De ahí mi entrega, cada día con menores
reservas y mayor y más viciosa fruición, a su menester.
5
Versos
jocosos:
Julio
Vacas, que ignora el pensamiento del viajero, sigue perorando.
Una
vieja se comió
ciento
y pico de sardinas,
y
toda la noche estuvo
del
recto sacando espinas.
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