ASÍ
HABLÓ ZARATUSTRA
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Así
habló Zaratustra es una obra poética-filosófica de Nietzsche, publicada en 1883,
pero le siguió agregando párrafos hasta 1885. Es una parodia de los Evangelios
con muchos discursos, sermones y metáforas.
Recurrentemente se habla de la muerte de Dios
(un papá se jubiló porque se quedó sin trabajo al saber de esa muerte), el
superhombre, el eterno retorno y la voluntad de poder. El espíritu pasa por
varias etapas: camello, león, niño.
2
No
existe el más allá, por eso la vida hay que disfrutarla con todo lo que tiene
de positivo y negativo. Pensar que hay otra vida después de la muerte debilita
nuestras acciones. El hombre es Dios y no debe temer si actúa responsablemente
ante la vida. Los dioses de todas las religiones desaparecerán y no habrá más
falsos valores ni más vanas esperanzas en otra vida de ultratumba. El hombre
tendrá la voluntad de poder para enfrentar su destino tal como es, para bien o
para mal.
3
Zaratustra anuncia la llegada del superhombre, y es la antifigura de Jesús,
anunciada por Juan el Bautista. Constantemente hay referencias a los textos
bíblicos, especialmente a los Evangelios. La idea de la muerte de Dios recorre
la obra entera.
4
El
hombre es algo que debe ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo? Todos
los seres han creado hasta ahora algo por encima de sí mismos: ¿y queréis ser
vosotros el reflujo de ese gran flujo y retroceder al animal más bien que
superar al hombre? El superhombre es el sentido de la tierra. El hombre es un
puente hacia el superhombre.
5
Por
mi honor, amigo, respondió Zaratustra, todo eso de que hablas no existe: no hay
ni diablo ni infierno. Tu alma estará muerta aún más pronto que tu cuerpo.
6
Quien
da de comer al hambriento reconforta su propia alma.
7
Dormir
sin sueños es virtud.
8
Jamás
se ha colgado la verdad del brazo del incondicional.
9
En
el amigo debes tener al mejor enemigo.
10
El
tú ha sido santificado, el yo, no.
11
Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se
convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.
El camello representa la humillación. Se pone de rodilla como los cristianos.
El león configura el enfrentamiento con la moral tradicional. El león dice “yo
quiero”, y lucha contra el dragón que dice “tú debes”. El león es el espíritu
que busca la libertad. El niño es la renovación, la creatividad, la esperanza.
12
De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su
sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu.
13
Huye, amigo mío, ¡a tu soledad! Ensordecido te veo por el ruido de los
grandes hombres, y acribillado por los aguijones de los pequeños. El bosque y
la roca saben callar dignamente contigo. Vuelve a ser igual que el árbol al que
amas, el árbol de amplias ramas: silencioso y atento pende sobre el mar. Donde
acaba la soledad, allí comienza el mercado.
14
Una tabla de valores está suspendida sobre cada pueblo.
Mira, es la tabla de sus superaciones; mira, es la voz de su voluntad de poder.
Necesitamos nuevas tablas con nuevos mandamientos.
15
¿Os aconsejo yo el amor al prójimo? ¡Prefiero aconsejaros
la huida del prójimo y el amor al lejano!
16
El que busca, fácilmente se pierde a sí mismo.
17
El más odiado es el que vuela.
18
Una pequeña venganza es más humana que ninguna.
19
¿En alguna ocasión ha muerto un dragón por el veneno de
una serpiente?
20
Si los dioses existieran no habría necesidad de crear.
21
Dios es una suposición. Dios dijo: Yo soy el único Dios,
y los demás dioses rieron.
22
Crear - ésa es la gran redención del sufrimiento, así es
como se vuelve ligera la vida.
23
Médico, ayúdate a ti mismo: así ayudas también a tu
enfermo. Sea tu mejor ayuda que él vea con sus ojos a quien se sana a sí mismo.
24
Si no eres pájaro no hagas tu nido entre los abismos.
25
La voluntad hace saltar la roca. La voluntad de poder
está en todos los seres vivos.
26
Se le dan órdenes a quien no sabe obedecerse a sí mismo.
27
Todas las verdades silenciadas se vuelven venenos.
28
¡Mas a los mendigos se los debería suprimir totalmente!
En verdad, molesta el darles y molesta el no darles.
29
Zaratustra dijo: los poetas mienten. (Pero Zaratustra
también es poeta. Eso se llama la paradoja de Epiménides)
30
¡Qué importa que una ciudad se convierta en una momia y
que una estatua yazca en el fango! Y ésta es la palabra que digo todavía a los
derribadores de estatuas. Sin duda la tontería más grande es arrojar sal al mar
y estatuas al fango. En el fango de vuestro desprecio yacía la estatua: ¡pero
su ley es precisamente que el desprecio haga renacer en ella vida y viviente
belleza!
31
Si al jorobado se le quita su joroba, se le quita su
espíritu.
32
Trato con indulgencia a los vanidosos, pues son para mí
médicos de mi melancolía.
32
La humildad tiene la piel más dura de todas.
33
Las palabras más silenciosas son las que traen la
tempestad. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo.
34
Vosotros miráis hacia arriba cuando deseáis elevación. Y
yo miro hacia abajo, porque estoy elevado.
35
El amor es el peligro del más solitario.
36
Para gentes pequeñas son necesarias virtudes pequeñas -
¡y porque me resulta duro que sean necesarias gentes pequeñas!
37
La soledad de uno es la huida propia del enfermo; la
soledad de otro, la huida de los enfermos.
38
Donde no se puede
continuar amando se debe pasar de largo.
39
¡Oh la paz de la
incertidumbre!
40
¿Quién es más ateo
que yo para disfrutar de su enseñanza?
41
La compasión enseña a
mentir.
42
Los tres grandes
males son la voluptuosidad, la ambición de dominar y el egoísmo.
43
Allí fue también donde yo recogí del camino la palabra “superhombre”,
y que el hombre es algo que tiene que ser superado, - que el hombre es un
puente y no una meta: llamándose bienaventurado a sí mismo a causa de su
mediodía y de su atardecer, como camino hacia nuevas auroras.
44
La memoria de quien es de la plebe no se remonta más que
hasta el abuelo, - y con el abuelo acaba el tiempo.
45
Hay en el mundo mucha mierda: ¡eso es verdad! ¡Mas no por
ello es ya el mundo un monstruo merdoso!
Hay sabiduría en el hecho de que muchas cosas en el mundo
huelan mal: ¡la náusea misma hace brotar alas y fuerzas que presienten
manantiales!
46
La sociedad de los hombres es un experimento, no un
contrato.
47
El hombre es el más cruel de los animales.
48
Todo va, todo vuelve; eternamente rueda la rueda del ser.
Todo muere, todo vuelve a florecer, eternamente corre el año del ser.
49
Yo Zaratustra, el abogado de la vida, el abogado del
sufrimiento, el abogado del círculo - te llamo a ti, ¡al más abismal de mis
pensamientos!
50
Todo placer quiere eternidad.
51
Dios ha muerto a causa de su compasión por los hombres.
52
Hay que disfrutar y saborear la soledad.
53
A los errantes como tú, incluso una cárcel acaba pareciéndoles
la bienaventuranza.
¿Has visto alguna vez cómo duermen los criminales
encarcelados? Duermen tranquila- mente, disfrutan su nueva seguridad.
54
A nosotros nos corresponde el vino, - ¡sólo él
proporciona curación instantánea y salud repentina!
55
¡Bien! ¡Adelante! ¡Vosotros hombres superiores! Ahora es
cuando gira la montaña del futuro humano. Dios ha muerto: ahora nosotros
queremos - que viva el superhombre.
56
En la soledad crece lo que uno ha llevado a ella, también
el animal interior. Por ello resulta desaconsejable para muchos la soledad.
57
Es preferible no saber nada que saber a medias.
58
¡Oh hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda medianoche?
Yo dormía, dormía, -
De un profundo soñar me he despertado: - El mundo es
profundo,
Y más profundo de lo que el día ha pensado. Profundo es
su dolor. -
El placer - es aún más profundo que el sufrimiento:
El dolor dice: ¡Pasa!
Mas todo placer quiere eternidad -,
- ¡Quiere profunda, profunda eternidad!
59
La verdad es una mentira eficaz.
60
Nota: Luego de leer este libro, entendemos las
diferencias entre el Dios del Antiguo Testamento y el del Nuevo: el primero es
el padre, duro, exigente, intransigente y siempre dispuesto a castigar
cualquier pecado de sus hijos. El segundo es el abuelo: puro amor, bondadoso,
comprensivo y siempre dispuesto a perdonar las travesuras de sus nietos.
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