EL
HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
En
"El hombre en busca de sentido" (1946) el psiquiatra
austriaco Víktor Frankl relata sus vivencias en los campos de
concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Describe el
comportamiento de sus compañeros de desgracia, y llega a la
conclusión que en esas circunstancias de horror hay que encontrar
el sentido al sufrimiento para poder seguir viviendo. Quien fracasa
en esa tarea y se rinde, está derrotado y al borde de la muerte. La
vida es sufrimiento, y el sufrimiento le da sentido a la vida.
2
Frankl
habla de la psicología del prisionero en un campo de concentración
cuando apenas entra (shock), en el transcurso de su estadía
(adaptación, resignación, apatía) y al saberse hombre libre
(despersonalización,escepticismo, resentimiento por no ver reacción
empática en su entorno) . La lucha, en medio de trabajos forzados,
humillaciones y tratos inhumanos era por la subsistencia y se
recurría a cualquier método para sobrevivir. La meta era salir con
vida de cualquier modo para regresar con los seres queridos.
3
La
moral y la ética tienen poco espacio en un campo de concentración.
El suicidio rondaba las mentes de los prisioneros. La primera
decisión acertada es no suicidarse.
4
La
única posesión de un prisionero era
su desnudez."El hombre es un ser que puede acostumbrarse a
cualquier cosa" (Dostoyevski) . Incluso al sufrimiento,
si tratas de buscarle el sentido : "Solo temo una cosa: no ser
digno de mis sufrimientos" (Dostoyevski). El sufrimiento, el
destino y la muerte son partes inevitables de la vida. Hay que
soportar el sufrimiento con orgullo y no miserablemente porque
alguien nos observa: un dios, un ángel.
5
La
desnutrición, especialmente por falta de proteínas, se reflejaba
en el edema de las extremidades inferiores. La ración del día era
unos cuantos gramos de pan y un poco de sopa insustancial. Con
semejante alimentación era cuesta arriba realizar los duros trabajos
que les imponían. Algunos practicaron el canibalismo.
Un
prisionero dijo que sus edemas habían sido superados porque lloraba
mucho.
En realidad,
fisiopatológicamente
eso se explica por un estado de desnutrición extremo.
6
Sólo
el exilio interior podía salvarlos de la desesperación y la
desilusión. Soñar con la libertad y el reencuentro con los suyos
podía ser el motivo para mantenerse en pie y seguir luchando.
7
La
violencia permanente en el campo de concentración provocaba la
irritabilidad de los prisioneros. Cuando alguien moría le robaban
sus pocas pertenencias. La vida llego a ser muy primitiva, carente
de sentimentalismos.
8
Ni
importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo
de nosotros. La vida constantemente nos pregunta por el sentido que
le damos de manera práctica. El sufrimiento puede ser una gran
oportunidad para crecer espiritualmente y darle sentido a la vida.
9
Los
guardias tenían un comportamiento inhumano para con los prisioneros,
y eso se entiende porque eran los victimarios y formaba parte del
régimen opresor; pero los capataces, escogidos entre los propios
prisioneros eran peores, precisamente por provenir de la clase de las
víctimas. Claro, que su actitud agresiva cambió
bruscamente para mejor al ser liberado el campo. Hay dos razas de
hombres en el mundo y nada más que dos: la de los hombres decentes
y la de los indecentes.
10
"
¿Qué es en realidad el hombre? Es el ser que siempre decide lo que
es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero, asimismo es
el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración."
11
A
un hombre le pueden robar todo, menos una cosa, la última de las
libertades del ser humano, la elección de su propia actitud ante
cualquier tipo de circunstancias, la elección del propio camino.
12
Hasta
las cosas más pequeñas pueden originar las mayores alegrías.
13
Nietzsche:
“Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el
cómo”. Esta frase la recuerda Frankl
en todo momento.
14
Los
prisioneros que se rendían eran llamados "musulmanes" ,
enviados a la cámara de gas y sus cuerpos lanzados a un horno
: "y
se elevaban al cielo con el humo de la incineración".
15
Los
textos de medicina mienten cuando dicen que no puedes estar varios
días sin dormir.
16
Hay
que enfrentar la realidad dignamente
por muy adversa que sea.
17
Los
prisioneros soñaban con pan, pasteles, cigarrillos y baños. Tenían
pesadillas también, pero cualquier pesadilla nunca es peor que la
realidad.
El
peor momento es despertar.
19
Incluso
en esas condiciones tan adversas el hombre encuentra tiempo para
hablar de arte, política y religión. Los gendarmes y capos hacían
sesiones de espiritismo.
20
El
amor es la
meta última y más grande del hombre. El amor transciende las formas
físicas del ser amado.
21
Una
vida comunitaria impuesta hace que busques la soledad.
22
!Deja
que el destino siga su curso!
23
Encontré
el sentido de mi vida en ayudar a los demás a encontrar el
significado de sus vidas.
24
Vive
como si ya estuvieras viviendo por segunda vez y como si la primera
vez ya hubieras obrado tan desacertadamente como ahora estás a punto
de obrar.
25
Ningún
poder podrá arrancarte lo que has vivido. Cae sólo el que se rinde
espiritualmente.
26
La
vida en el campo era una existencia provisional con una constante
incertidumbre, la cual de por sí es otro castigo. El tiempo íntimo
se deforma: un día no tiene fin y una semana parece un día.
Parecíamos cadáveres vivientes asistiendo a nuestros propios
funerales.
27
No
inventamos el sentido de a existencia, sino que lo descubrimos. Una
buena conciencia es la mejor almohada.
28
El
sufrimiento deja de serlo cuando se considera un sacrificio. La
angustia espiritual no es una enfermedad,
es una oportunidad. Si aceptas voluntariamente el sufrimiento la vida
tiene sentido.
29
Haber
sido es la mejor forma de ser. El pasado es una realidad y hay que
sentirse orgulloso de él.
30
El
deseo es el padre del pensamiento. El miedo es la madre del suceso.
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