ESCUCHA
LA CANCIÓN DEL VIENTO
(“Si
uno cada vez que escribe no se vuelve un poco más sabio, entonces no tiene
ningún sentido escribir”.)
Edgardo
Malaspina
Dedicatoria:
A Natalí y a Ricardo, a través de quienes conocí este interesante escritor.
1
Escucha
la canción del viento (1979) es la primera novela de Haruki Murakami (1949), el
más famoso de los escritores japonés en la actualidad, la cual escribió en la
mesa de la cocina por las noches, luego de regresar de su trabajo como barman.
Murakami
leía a los escritores rusos del siglo XIX, pero no conocía a los japoneses y
nunca había escrito nada; sin embargo, mientras presenciaba un juego de beisbol
pensó repentinamente: escribiré una novela; compró papel y lápices y todos los
días escribía una hora.
2
En
la novela el narrador es buen lector, pero su amigo, Rata, no, y solo bebe
cervezas y fuma; no obstante, se contagia y empieza también a leer y luego a
escribir. La novela es la historia de cómo se escribe una novela, en cierto
modo. En ese sentido me recuerda a Piedra de mar (1968) de nuestro Francisco
Massiani y donde el narrador vive dentro de la novela porque al mismo tiempo la
está escribiendo.
3
En
la obra hay conversaciones intrascendentes, mujeres, sexo, veladas nocturnas
con abundante alcohol, cigarrillos y mucha música (jazz y pop) porque Murakami
es melómano. El narrador se dice seguidor del escritor ficticio estadounidense Derek Heartfield, uno
de cuyos libros se lo regaló un tío.
4
A continuación algunas frases que me
parecieron interesantes:
Si
uno es capaz de ensamblar palabras de modo efectivo, las emociones y las ideas
pueden expresarse muy bien. No hace falta poner una palabra complicada una tras
otra ni utilizar expresiones hermosas
para despertar la admiración de la gente.
5
Hay
que escribir con voz propia natural, con estilo ágil, neutro, desprovisto de
componentes superfluos.
Hay
un ritmo poderoso al combinar frases cortas. Es bueno usar un lenguaje directo, sin circunloquios,
descripciones precisas, sin aspavientos.
Hay
que escribir lo más alejado posible del llamado lenguaje novelístico.
6
Si
no existe el espíritu de aventura, no nacerá nada nuevo.
7
La
vida es un misterio.
8
Escribí
esta novela, por así decirlo, como un desafío, de corrido, poniendo lo que se
venía a la cabeza.
9
La
escritura perfecta no existe. De la misma forma que tampoco existe la
desesperación absoluta.
10
Escribir
no es un método de autoayuda, como mucho es una humilde tentativa. El acto de
escribir consiste en medir la distancia entre el yo y las cosas que nos rodean.
Escribir es una tarea terriblemente angustiosa. A pesar de ello, la tarea de
escribir también puede ser divertida. Porque en comparación con las
adversidades de la vida, al escribir es muy sencillo darle sentido a todo.
11
Quien
tiene el corazón oscuro sólo puede tener sueños oscuros.
Si
te interesa el arte o la literatura, lee a los griegos.
13
Prefiero
una falsedad esplendida a una pobre realidad.
14
Resulta
terriblemente difícil hablar sobre alguien que ha muerto. Los que sobrevivimos
vamos envejeciendo cada año, cada mes, cada día que pasa. A veces tengo la
sensación de que envejezco por horas. Y lo horrible de esto es que es verdad.
15
…Estoy
escribiendo estás líneas mientras, a fuerza de cerveza y de tabaco, le doy
puntapiés a mi conciencia, que está a punto de sumirse en un sueño profundo en
el pozo del tiempo.
16
Todas
las tumbas tienen un sentido claro. Nos viene a decir que moriremos un día u
otro.
17
Hearfield
siempre había defendido que una novela, aparte de aportar información, tenía
que ser algo que pudiera expresarse a través de una gráfica, y creía que la
precisión era algo proporcional a la cantidad.
18
La
mentira y el silencio son los mayores pecados, pecados enormes de la sociedad
humana actual. De hecho, mentimos a
menudo, callamos con frecuencia.
19
Una
enferma que no puede cam inar dice: Lo que he aprendido en la cama durante estos
tres años es que, por muy lamentable que sea una situación, el ser humano
siempre aprende algo, y que esto es, justamente lo que le permite seguir
viviendo.
20
En
un bar un anuncio dice: Aquello que uno ofrece con generosidad, siempre le será
devuelto.
21
¿Acaso
puede comprender la claridad del día la profundidad de las tinieblas de la
noche? (Palabras de Nietzsche sobre la
tumba de Hearfield.)
22
Si
uno cada vez que escribe no se vuelve un poco más sabio, entonces no tiene
ningún sentido escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario