ANTES DEL FIN : SÁBATO Y SU
FILOSOFÍA
Edgardo Malaspina
1
Ernesto Sábato se confiesa en su
libro “Antes del fin”. Dice cosas amargas y es profundamente pesimista. Sigue
pensando, como en su juventud, que la vida en un inmenso e incomprensible
túnel. Quien está para morir, suele decir verdades. La frase cervantina cobra
fuerza cobra fuerza en esta obra otoñal de Sábato, donde brevemente recorre su
vida y explica los principios que la guiaron.
2
Lo mejor de este mundo es la
infancia, dice Sábato. En esa época todo es eterno y no hay límites, contamos
los periodos según las fiestas, los cumpleaños, las navidades y el paso de los
Reyes Magos. El autor del El Túnel recuerda su infancia solitaria, las
tormentosas pesadillas y el sufrimiento del sonambulismo. Su madre fue
comprensiva y bondadosa. El padre fue un déspota, no obstante, Sábato no lo
reprocha. Por el contrario le agradece la disciplina férrea que contribuyo a
forjar su carácter severo para enfrentar las adversidades.
3
Sábato, en su juventud, buscó la
verdad en el materialismo dialéctico, en la física y en las diferentes manifestaciones
del arte. Llego al ateísmo, pero luego acepta a Dios como un algo “Absoluto”.
Más tarde, ante tanta injusticia y miseria, expresa que si Dios existe, está
bien enmascarado.
4
La vida –dice- es una realidad dura, un túnel,
un callejón sin salida, una desolada confusión de hermosos ideales y torpes
realizaciones.
5
Sábato lee a Julio Verne, Shiller, Goethe,
Rousseau, Dostoyeski, Tolstoy, Chejov, Gogol y Poe. Estas
lecturas le hacen llevadera la vida, compleja, contradictoria, inexplicable.
Vivir es un viaje incomprensible hacia la muerte. Leer ayuda a soportar ese
viaje.
6
Sábato
pierde a su hijo y luego a su esposa. Se siente solo, y la última soledad es la
del amante sin su amada, la del hijo sin el padre y la del padre sin el hijo.
7
Es
decir, buscamos una verdad a través de los años y recibimos mucho dolor. El
paso del tiempo refuerza el dolor. En las crisis totales solo el arte puede
expresar la angustia y la desesperación del hombre. Así lo entendió cuando le
tocó decidir entre la física y la literatura. ¿Por qué abandonó su trabajo como
físico al lado de Marie Curie con tantas perspectivas? Quiso suicidarse en el
Sena y decidió escribir El Túnel. Para Sábato la función de la filosofía no
está en la relación entre la conciencia y materia, como sostenían los
marxistas. Milita en el existencialismo de Camus: la filosofía nos debe ayudar
para decidir si vale la pena seguir viviendo o suicidarnos.
8
Sábato
habla de la globalización, del neoliberalismo, del desempleo. Como Galiano
entiende que el hombre contemporáneo le teme más al desempleo que a la muerte.
Dios y el demonio se disputan el alma del hombre, y el hombre batalla todos los
días en el medio del caos y la desdicha. La realidad macroeconómica no se
compadece con el microcosmos del hombre sencillo. Los de arriba se ocupan más del
producto interno bruto. Será por eso que nuestra educación nos hace cada vez
más brutos. Todo esto entristece a Sábato. Y con la tristeza las cosas se vuelven alma como a Cioran , o filosofía como a Epíteto.
9
Antes
del fin está impregnado de nostalgia por el pasado, temor por el presente y
pesimismo ante el futuro de la humanidad.
10
Sábato
expresa pensamientos así:
- Sin
utopía ningún joven puede vivir en una realidad horrible.
-Es
necesario escribir y meditar para vivir.
-Una
novela profunda surge frente a situaciones límites de la existencia, dolorosas encrucijadas en que intuimos la insoslayable
presencia de la muerte.
-La
vida es un borrador que no podemos corregir.
-El
arte salva de la locura.
-El
ser superior es tratado con mezquindad y reticencia por sus colegas.
-En
cada niño indigente veo un Rimbaud.
-Llegamos
a la ignorancia a través de las razones.
-Dios
parece esconderse detrás del sufrimiento.
-La
depresión es un lujo. Hay que sobreponerse.
-Vivimos
entre la desesperación y la esperanza.
-Que
desdichado es el hombre que solo cuenta con la razón. La mayor nobleza del
hombre es la de levantar su obra en medio de la devastación, sosteniéndole
infatigablemente, a medio camino entre el desgano y la belleza.
-Solo
quienes sean capaces de encarnar la utopía serán aptos para el combate
decisivo, el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.
Con
este último pensamiento Sábato se hace menos pesimista ,trata de darle un
mensaje de aliento a las nuevas generaciones, y acepta que vale la pena vivir
para luchar por lo demás, por nuestros seres queridos y por los desamparados.
Incluso vale la pena luchar por las pequeñas cosas materiales que nos pueden
deparar momentos agradables aunque fugaces.
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