VIAJE
EN AUTOBÚS (1942)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
Me
gustan estas frases del libro “Viaje en autobús” del escritor español Josep
Pla (1897-1981).
1
Antiguamente,
el viajar era un privilegio de los grandes. Solía ser la coronación normal de
los estudios de un hombre. En nuestra época, se generalizó y abarató de tal
manera que un hombre como yo ha podido vivir durante veinte años en casi todos los países de Europa por cuatro cuartos.
2
Viajaba,
ciertamente, mucha gente, pero quizá el número de personas que se desplazaban para
formar su inteligencia y enriquecer su sensibilidad ha sido menor en nuestra época
que un siglo o dos atrás. En nuestro país, había tres pretextos esenciales para
pasar la frontera: la peregrinación a Lourdes, la luna de miel y los negocios.
3
Uno
viaja, generalmente, para ver las llamadas cosas inútiles del mundo —que
son las únicas importantes.
4
Lo
esencial para aprovechar un viaje es tomarlo como finalidad misma. Andar por el
mundo un poco al azar es muy agradable. Viajar sin tener un objeto concreto es
una auténtica maravilla. Yo siento que podría curarme de todos mis vicios y de
todas mis virtudes, caso de que tenga alguna; lo que no podré dejar jamás es mi
recalcitrante vagabundaje.
5
Hay
que viajar para descubrir con los propios ojos que el mundo es muy pequeño, y,
por tanto, que es absolutamente necesario hacer un esfuerzo para dignificar la
visión hasta llegar a ver las cosas en grande.
6
Hay
que viajar para darse cuenta de que una pasión, una idea, un hombre, solo son importantes
si resisten una proyección a través del tiempo y del espacio.
7
No
hay nada como alejarse un poco para curarse de la psicosis de la proximidad, de
la deformación de la proximidad, de la que todos estamos atacados. Hay que
viajar para aprender —a pesar de todo— a conservar, a perfeccionar, a tolerar.
8
Los
antiguos aconsejaban el desplazamiento. Creían que era un buen método para aprender
a prescindir de pequeñeces, de difusos detalles, de torcidos cubileteos
tribales, de grandiosidades escenográficas y falsas.
9
La
pieza de caza del viajar es la aventura. La aventura es la flor, el perfume del
azar y de la diversidad. A veces, es una puerta que se abre ante un mundo
insospechado, sobre un mundo que se sabe dónde empieza y no se sabe dónde acaba.