SOBRE
UN LIBRO CITADO POR TODOS PERO LEIDO POR MUY POCOS.
Edgardo
Malaspina
1
Por
fin, luego de muchos años de lecturas interrumpidas, he terminado “Ulises” de
James Joyce, considerada la novela más espectacular del siglo XX. Usé el texto traducido por J.M Valverde, y para su mejor
comprensión me apoyé en la “Guía de lectura de James
Joyce” de William York Tindal.
Ambas obras me las cedió en préstamo muy gentilmente nuestro dilecto poeta Jeroh Montilla.
2
Para
tratar de entender esta indigerible
novela vi la película “Ulysses” (1967) de Joseph Strick, y una obra de
teatro: “Monólogo de Molly” de José
Sánchiz, basada en el último capítulo de la obra, interpretada magistralmente por
la artista española Magui Mira. Así mismo me vi en la obligación de releer,
pero ahora con extrema delicia, la Odisea.
3
Ulises,
de buenas a primeras, se parece a esos sueños confusos, y que al despertarnos,
divagamos: eso no tiene ni pie ni cabeza. Sin embargo, luego le encuentras
sentido: es nuestro pensamiento constante e indómito.
4
El
argumento sobre el cual giran todas las otras múltiples y cinéticas tramas es
este: el señor Leopold Bloom sabe que su mujer le será infiel, sabe también con
quien, donde y cuando (4 de junio de 1904, la misma fecha que el autor conoció a su pareja). Pero prefiere
deambular todo ese día por las calles de Dublín antes de llegar a casa.
5
¡Caramba!
Exclamarán algunos, si Bloom está tan bien informado de su desgracia conyugal pudo acabar con los amantes infieles a plomo
limpio. Entonces su caso hubiese sido mostrado con lujo de detalles en
Investigation Discovery. De esa manera nos darían unas mejores herramientas
para comprender la obra.
6
Ese
día es descrito en más de ochocientas páginas. Bloom es el autor en la vejez y
también Ulises, el de la Odisea. El otro
personaje principal es Stephen Dedalus, quien es el autor en la juventud y
también Telémaco, el hijo de Ulises.
7
La
novela tiene 18 capítulos, cada uno de con un estilo diferente, un color, un
órgano del cuerpo humano e identificado con uno de los cantos de la Odisea.
8
Ulises
no tiene en general una trama comprensible, sino innumerables momentos, pero
está bien estructurada; y dicen que es muy cerebral. Es arte por el arte. Es
sólo estilo. Poesía en prosa.
9
Bloom
es el Odiseo del siglo XX. El personaje homérico dura diez años para llegar a
Ítaca y sufre por su Penélope, acosada
por sus pretendientes. Bloom dura un día tormentoso para llegar a su casa. Molly
(Penélope), su esposa ya ha consumado la infidelidad.
10
Ulises
es la epopeya del hombre moderno en un solo día. ¿Qué hacemos en un día? ¿Cuántos
pensamientos cruzan por nuestra cabeza, mientras saludamos a los amigos, vemos
tiendas y vitrinas en las calles antes de llegar al trabajo?
11
Ulises
en la ciencia y el arte. Es irrepetible, y he allí su grandeza.
12
La
literatura es oral y escrita. Ulises es la literatura del pensamiento. El
monólogo interior. El discurrir de la conciencia caóticamente porque nadie
piensa ordenadamente.
Es la imaginación, llamada por Santa Teresa de Jesús “la loca de la casa”, porque
es pura desmesura y deslumbrante caos, a ratos fascinante y a ratos furiosa,
Rosa Montero dixit.
13
Algunos
académicos dicen que hay que leer a Ulises diez veces para entenderla. Otro
afirma que al cabo de treinta años de estudiar el Ulises ha encontrado nuevos
detalles. Entonces hay que compararlo con el Apocalipsis o Nostradamus que
tienen infinidades de interpretaciones. James Joyce dijo que escribió el Ulises
para que los estudiosos estuvieran un montón de años averiguando lo que quiso
decir porque esa era su manera de alcanzar la inmortalidad.
14
El
mismo autor dijo que escribió su libro en silencio y con astucia, en el
destierro y bajo la nostalgia por su patria.
15
Jorge
Luis Borges afirma que Ulises tiene influencia del naturalismo y del simbolismo
para reflejar la soledad del hombre en su destino trágico de fracasos. Ulises
es el pensamiento de la vigilia, continúa Borges, y agrega: Es un libro
complejo, limpio, con talento verbal y frases felices. Aquí está reflejado el
subconsciente colectivo. El presente es el futuro que se vuelve pasado. Vivimos
sucesivamente: una cosa sucede a otra; pero el sueño es simultáneo y el
pensamiento también. Eso es el Ulises: el caos de la simultaneidad. Redujo todo
a lo absurdo con juegos de palabras en diferentes idiomas. Construyó
monstruosidades verbales. Joyce se propuso escribir un libro imposible y lo
logró. Hizo un laberinto donde él mismo se perdió e hizo perder a sus lectores.
Ulises es ilegible, remata Borges.
16
El último capítulo es el monólogo interior de
Molly , en el que el relato, sin signos de puntuación, emula el fluir, libre y
desinhibido del pensamiento.
Algunos
médicos especializados en historia del arte afirma que la Quinta Sinfonía de
Beethoven y que muchos entienden como el destino tocando nuestras puertas, no
es tal cosa: esos golpes musicales reflejan claramente una arritmia cardíaca
sufrida por el genial compositor. En esa misma tónica se dice que Marcel Proust
escribía frases muy largas porque surgían de su respiración de asmático. Es
decir, las dificultosas inspiraciones y expiraciones determinaron el ritmo de
su escritura.
Entonces
¿Qué patología le podemos diagnosticar a Joyce basándonos en el último capítulo
de su novela?
Son
cuarenta y cinco páginas sin ningún punto y ni una coma. Analicemos: ¿Enfisema
que se acompaña de gran dificultad para respirar? ¿Respiración de Kussmaul que
es muy profunda? ¿Respiración de Cheyne-Stokes
que se detiene por ratos largos y se alarga cada vez más para reiniciarse?
Estas
disquisiciones encajan en una definición que apuntó Middleton Murry: la
naturaleza del Ulises es humorística: “Esta bufonería transcendental, esta
súbita irrupción de la vis cómica en
un mundo donde se encarna la trágica incompatibilidad de los práctico lo
instintivo, es un logro muy grande”.
17
En
1930 Lucia, hija de Joyce, empezó a mostrar síntomas de enfermedad mental. Se
le diagnostico esquizofrenia. En 1934, el psiquiatra Carl Gustav Jung atendió a
Lucia como paciente, y después de leer
Ulises, pensó que el padre también sufría de esquizofrenia.
Jung
afirmó que ambos, padre e hija, “se deslizaban al fondo de un río, sólo que él
sabía bucear y ella se hundía irremediablemente”.
¡Con
razón me estaba volviendo loco!
-0-
Un
día viajaba en bus y noté que un hombre hablaba solo. Decía nombres de gentes y
ciudades. Nombraba objetos, productos alimenticios, etc; y recordaba hechos.
Todo esto sin parar. Alguien explicó: se escapó de manicomio, es su manía.
-0-
Bueno,
estoy divagando.
18
Si
alguien no se ha leído el Ulises, no importa,
la propia esposa de Joyce, Nora Barnacle, nunca se lo leyó.
Hay
libros que se leen y se releen. Yo leo y releo el Eclesiastés y también el Quijote, porque como dijo Bolívar “el
Caballero de la Triste Figura es el hombre como debería ser”.
¿Cuándo
volveré a leer Ulises?
Contestaré
como aquel humorista de Radio Rochela:
¡Más
nunnnnnnnnnnnnnnnca!